El cocinero con más estrellas Michelín -"seis estrellas, seis", cuenta orgulloso en su blog Martín Berasategui- viene a Sevilla a ampliar la ya amplia oferta culinaria del recién rebautizado hotel EME, que ahora se apellida Catedral Hotel y deja atrás el Fusión. Los términos del acuerdo se están ultimando (de hecho esta semana se firmará el contrato) y, salvo sorpresa de última hora, el próximo año las estrellas de la cocina de Berasategui brillarán junto a la Giralda. A las tres estrellas Michelín de su restaurante de Lasarte, a las otras dos del Lasarte del hotel Condes de Barcelona y la otra en el MB del complejo hotelero Abama de Tenerife, puede que se sume en la próxima edición del prestigioso reconocimiento gastronómico una para Santo, "la joya de la corona" -como lo definen desde el hotel- de los restaurantes del EME.
Martín Berasategui se ha adelantado al anuncio oficial y durante la fiesta de presentación de la Guía Michelín de este año ya contó entusiasmado que tenía un proyecto de envergadura en Sevilla. Todavía quedan por ultimar los detalles -desde el rediseño de la carta, los precios, el proceso de formación de los cocineros del restaurante...- pero, como define el propio cocinero de San Sebastián, el objetivo es unir la esencia mediterránea de Santo con la cocina "ligera, imaginativa, fresca e inmediata, elaborada con técnica preciosista" que practica Berasategui. En común tienen la querencia por las recetas de mercado, con productos frescos y de temporada.
En el hotel EME hablan de convertir su oferta gastronómica en un referente tanto a nivel sevillano como andaluz. Ya tienen seis establecimientos dedicados a la restauración: el propio Santo; Santo Tapas -alta cocina en porciones pequeñas-; Santo Terraza, que sólo abre en verano y que, con carta propia, incluye especialidades al grill; Japo, con especialidades japonesas y asiáticas con toque de autor; Milagritos, que es el que está teniendo una mejor acogida en Sevilla, con tapas tradicionales de la ciudad pero con un perfil más moderno y una divertida presentación, y 20 Pasos, un café lounge ideal para el postre y la merienda (un terreno donde Berasategui, llegado el caso, también podría colaborar, pues sus comienzos en las cocinas fue para elaborar pasteles, helados artesanos y postres).
Con el desembarco entre fogones del cocinero más laureado también se amplían las posibilidades de comer a la luz de las estrellas Michelín, aunque sea por la referencia del nombre del chef.
En la última edición de la Guía vuelve a aparecer el restaurante Abantal, del barrio de La Florida y gestionado por el chef Julio Fernández, que este año ha confirmado su reconocimiento internacional, y las dos estrellas que El Bulli y su responsable, el chef catalán Ferrán Adrià, aporta a La Alquería, en el hotel Hacienda Benazuza, en el municipio aljarafeño de Sanlúcar la Mayor.
Martín Berasategui, con sus seis estrellas Michelín, amplía el espectro de la cocina sevillana con su experiencia. Las luces para alumbrar Santo se las tendrá que ganar. Lo que sí está garantizado es que serán un reclamo para un nuevo turismo, que puede orientarse ahora a una gastronomía más selecta. Habrá que esperar unos meses para ver qué ofrece, aunque ya huele a nuevo.
