Local

Martínez indigna a los colectivos de mujeres

Tildan la visión del aborto del arzobispo de «barbaridad»

el 23 dic 2009 / 19:24 h.

TAGS:

Martínez fue juzgado por ‘mobbing’ a un sacerdote.

Las reacciones a la homilía del arzobispo de Granada, Javier Martínez, en la que afirmaba que la mujer que aborta "mata a un niño indefenso" y, por tanto, "da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar" de su cuerpo además de comparar el aborto con el genocidio nazi han sido rápidas y contundentes. Ayer, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Pérez, la tildó de "barbaridad" y aseguró que "no habló por boca de todos" los que se consideran creyentes.

Según Pérez, las declaraciones hechas el pasado domingo en la Catedral de Granada por el arzobispo "se descalifican por sí mismas", por lo que le pidió al prelado que "reflexione concienzudamente sobre la barbaridad que dijo sacada de contexto". En declaraciones a Europa Press, la directora del IAM manifestó su "total y absoluto rechazo" a las palabras del arzobispo por estar hechas "fuera de lugar" y por confundir "las relaciones de género y las relaciones entre hombres y mujeres". Aseguró, además, que, "cuando se habla de relaciones consentidas, no se puede criminalizar de esta manera, porque, abortar o no, es una decisión de ambos".

La directora del IAM insistió, por último, en que el arzobispo de Granada debe "repensar" sus propias declaraciones y "respetar a los que no piensan igual que él" e indicó que este debate "debe estar exclusivamente en el ámbito de lo político, es decir, única y exclusivamente en el Congreso y en el Senado, en los órganos que nos representan democráticamente".

También se pronunciaron ayer desde el seno de la Asociación Mujeres Progresistas de Andalucía. Su presidenta, Alicia Vañó, tachó de "tremenda barbaridad" las declaraciones de Martínez instándole a que "se preocupe de limpiar su casa, que tiene mucha porquería que echar fuera, y deje a las mujeres tranquilas". Vañó señaló que a la Iglesia, "le importa poco la vida humana y los demás", y añadió que "lo único que le preocupa a los religiosos es tener a las mujeres cogidas para que sigan transmitiendo los valores que a ellos les permiten tener el poder que tienen".

Para argumentar sus declaraciones, Vañó aludió al Informe O'Donohue, hecho en 2001 tras la denuncia de la religiosa María O'Donohue, coordinadora del programa sobre el sida de Cáritas Internacional y del Fondo Católico de Ayuda al Desarrollo (Cadof), quien, dijo, "presentó un informe sobrecogedor al cardenal Eduardo Martínez Somalo, denunciando lo que estaba sucediendo con las monjas, que estaban siendo violadas". Dicho informe, continuó, "fue encargado por El Vaticano y se contemplan casos de novicias violadas por sacerdotes, médicos de hospitales católicos presionados por sacerdotes para obligar a monjas y otras jóvenes a abortar". Por último, Vaño hizo referencia también a los casos de abusos sexuales a menores de curas en Irlanda.

  • 1