Cultura

Maruja Torres gana el Nadal con 'Esperadme en el cielo'

Maruja Torres (Barcelona, 1943) protagonizó la sorpresa de la velada del Premio Nadal de Novela 2009 al hacerse con el galardón más antiguo de las letras españolas con la novela 'Esperadme en el cielo'.

el 15 sep 2009 / 20:48 h.

Maruja Torres (Barcelona, 1943) protagonizó la sorpresa de la velada del Premio Nadal de Novela 2009 al hacerse con el galardón más antiguo de las letras españolas con una novela, Esperadme en el cielo, en la que la periodista recurre a la literatura memorialística gracias a una reunión en el Más Allá con Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán, sus vecinos del barrio del Raval.

En las calles del Raval, en la margen derecha de las Ramblas, conviven desde siempre bohemios, comerciantes y emigrantes. Es un milagro de sus gentes, una estampa de posguerra, un refugio para el disidente. Aunque el tiempo y la piqueta van cambiando su aspecto, las casas guardan aún cierto aire neorrealista.

Fue allí, en plena resaca de la Guerra Civil Española, donde nacieron tres escritores que, conjurados gracias a la chica del grupo, la veterana periodista Maruja Torres, revivieron ayer en la tradicional gala del Premio Nadal de Novela. Maruja Torres, que se embolsará los 18.000 euros con que está dotado el premio más veterano de las letras españolas -que, ajeno a las golpes de efecto y de talonario, resiste como el galardón literario con más prestigio del país-, presentó a concurso la novela Esperadme en el cielo que, a pesar de no ser un libro de memorias en el estricto sentido del término, sí que posee "un tono memorialístico", según precisaron a El Correo fuentes de la editorial Destino. En concreto, la autora, trasunto de la protagonista, utiliza estas páginas "para reunirse en el Más Allá con Terenci y Manolo, sin mayores precisiones", pero que hacen alusión a los desaparecidos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán.

Los tres juntos van a revisar sus vidas, su niñez en el Raval, barrio que estará presente siempre en el libro, así como otros asuntos que ejercen de vasos comunicantes entre los tres autores, como son Alejandría, el gusto por la cultura egipcia, el cine - "tanto al que acudían de niños como, más tarde, la industria de Hollywood"- y, cómo no, la literatura. La conciencia de haber nacido en un barrio vencido del que sólo se salía excepcionalmente, que padeció como pocos el franquismo, el peso de la derrota y la dura posguerra une a estos tres escritores en cuya obra se refleja el espacio urbano en el que nacieron.

Maruja Torres recibió anoche este premio con la experiencia de quien ha conseguido algunos de los galardones periodísticos y literarios más importantes del país, como es el caso del Premio Planeta, que consiguió en el año 2000 con la novela Mientras vivimos. A esa publicación le han seguido títulos como Hombres de lluvia (2004) y La amante en guerra (2007).

Son rasgos definidores del estilo de Maruja Torres la agudeza, el humor corrosivo, la parodia de las ideas y las frases hechas, la crítica burlona y también despiadada dirigida a las mentiras del poder y a la supuesta superioridad que da la riqueza.

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