El Consejo de Ministros aprobó ayer el Real Decreto que reforma el Plan de Vivienda 2005-2008, que tendrá un coste estimado de 75 millones y facilitará el acceso a la vivienda a 250.000 familias, que se suman a las 620.000 que ya se han beneficiado a lo largo de la legislatura.
La ministra de Vivienda, Carme Chacón, aseguró que esta reforma "no perjudica a nadie, sino que ayuda a más familias y le da la mano a la iniciativa privada", al adecuar las medidas contempladas en el Plan a la realidad de las familias y del mercado.
La reforma aprobada tiene como principales objetivos facilitar el acceso a las políticas de vivienda a más familias de rentas medias y bajas, incrementar la actividad de los promotores en el mercado de la vivienda protegida, ahora que la actividad de renta libre se ha ralentizado, e impulsar la rehabilitación y el alquiler.
Entre las principales novedades está la introducción de la figura de alquiler protegido con opción a compra, que hasta ahora sólo existía en algunas comunidades autónomas.
Con esta nueva modalidad, los inquilinos podrán ejercer la opción de compra transcurridos diez años desde la construcción de la vivienda, en tanto que tendrán preferencia para adquirirla quienes hayan permanecido en ella al menos cinco años.
