Más de 10.000 personas asistieron a la ceremonia en la que fueron expuestos los restos de San Pío de Pietralcina, más conocido como Padre Pío, y uno de los santos más venerados de Italia. Su cadáver pudo contemplarse 40 años después de su muerte en el santuario de Santa María de la Gracia, en la sureña de San Giovanni Rotondo, donde pasó gran parte de su vida.
750.000 personas han hecho ya la reserva para acudir a contemplar el cuerpo durante los seis meses en que estará expuesto. El cardenal portugués José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación de la Causa de todos los Santos, ofició la misa, en la que se dirigió al Padre Pío como "el Santo de la gente".
El fraile capuchino, conocido porque mostraba estigmas en las manos y porque se aseguraba tenía el don de la bilocación -poder estar en dos sitios a la vez- es uno de los santos más venerados en Italia y muchos católicos llevan su imagen en la cartera, la guardan en sus despachos o la exhiben en el coche.
La veneración de este santo despertó el interés de los medios de comunicación de todo el mundo y un centenar de periodistas, entre ellos los de la televisión qatarí Al Jazeera, siguieron la ceremonia, retransmitida en directo por el canal estatal RAI.
