Más de 170 niños han acudido este año a las cuatro escuelas de verano de La Rinconada. Pero, más allá de ser una alternativa de ocio y de conciliación de la vida familiar y laboral de los padres, esta actividad se ha convertido en un ejemplo de integración, con una escuela para niños con riesgo de exclusión social.
La Rinconada ha puesto en marcha este año cuatro escuelas, una más que el verano pasado. Y en esa ampliación ha jugado mucho, además del crecimiento de la población, impregnar esta actividad de un fuerte calado social. Así, la nueva escuela ha sido la de la zona conocida como Jardín de las Delicias y, a diferencia del resto, se ha centrado en pequeños con dificultades y riesgo de exclusión social. Los trabajos han consistido, por tanto, en hallar fórmulas para promover su integración.
La escuela, que es una idea de la Fundación Ecca, puso el punto y final a su primer verano de vida con la clausura de un programa de prevención en drogodependencia. La concejal de Igualdad y Bienestar Social, Pilar Escudero, asegura que "esta experiencia demuestra que todas estas actividades son tremendamente beneficiosas para los niños, ya que les permite estar ocupados con actividades de ocio durante el verano y profundizar en la educación en valores, al tiempo que facilita a las familias conciliar la vida laboral y personal".
También de especial interés es la escuela de verano de educación especial que se desarrolla en el colegio Pepe González. Se puso en marcha por vez primera el año pasado y nuevamente se ha desarrollado por los beneficios que aporta a los niños con alguna tipo de discapacidad y a sus familias. Según comentó la concejal de Igualdad y Bienestar Social el objetivo de esta iniciativa no es otro que el de "dar un respiro" a los padres y madres en su tarea de cuidadores y seguir avanzando "en la autonomía de estos niños" a través de actividades y nociones que "les sirva de estímulo y les hagan aprender".
En general, las escuelas de verano en La Rinconada tienen el éxito garantizado. Sólo hay que ver los más de 170 niños inscritos este año para comprobar que no pasa desapercibido a los ojos de los pequeños y, como no, de sus padres. Este año, a pesar de contar con una escuela más, no sólo se han cubierto todas las plazas existentes, sino incluso se ha tenido que abrir una lista de espera en cada una de ellas.
Las otras escuelas se han desarrollado en el Centro Social de la barriada Huerto del Benito, que finalizó el pasado 31 de julio, y en La Estacada. Ésta última suma con este año seis ediciones caracterizadas por la elevada participación. Y es que sólo en este programa hay inscritos 90 niños que se dividen en grupos de entre ocho y 12 años y de entre 13 y 16 años. En este caso las actividades se desarrollarán hasta el 31 de agosto y consisten en excursiones, campeonatos deportivos, juegos, conciertos y talleres formativos. Asimismo, los viernes entre las 22.00 y las 00.00 horas se realizan actividades de ocio nocturno.
Todos estos programas se desarrollan en los centros educativos de la localidad y están dirigidos por monitores de Ecoeduca y la Fundación Ecca especializados en menores.
