Después de las fuertes lluvias de diciembre y enero y con la tregua dada por el tiempo, las calles de Sevilla vuelven a la normalidad tras las incidencias provocadas por el temporal. Además del operativo habitual, dos cuadrillas de emergencia han trabajado para solucionar problemas en calzadas -como baches o socavones- y aceras, donde se han tenido que reparar hundimientos y roturas en la solería. En total, más de 300 intervenciones en más de 200 calles.
Uno de los principales daños causados por el temporal se ha dado en los pavimentos de las calzadas, que ha provocado la aparición de una gran cantidad de baches. Así, el camión de bacheo de aglomerado asfáltico salió y trabajó durante unos 15 días en 41 calles de los distritos Cerro Amate, Norte, Este-Alcosa-Torreblanca, Macarena, Nervión, San Pablo-Santa Justa. En las otras zonas de la ciudad, desde el día 9 de diciembre, se tuvieron que realizar más de 130 actuaciones de bacheo. Dichas intervenciones se efectuaron en Triana, Sur, Bellavista-La Palmera y en el Casco Antiguo y en Los Remedios, donde se concentró el grueso de los trabajos.
Pero las calles peatonales tampoco se han quedado atrás: Tetuán, Rioja, Puente y Pellón, Lagar, Francos, Álvarez Quintero, Chicarreros, Chapineros, la Plaza de la Alfalfa, Jesús del Gran Poder, San Eloy, la Plaza de Molviedro o en las calles El Silencio y Velázquez han tenido que ser reparadas por las cuadrillas de la delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad. El delegado del área, el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, confirmó que "a pesar de que las lluvias que han seguido cayendo han dificultado la tarea, podemos afirmar que ya se ha reparado la mayor parte de los daños, a falta de algún remate puntual".
Otro aspecto a reseñar son los deterioros en el asfalto de las 98 calles que se terminaron en noviembre dentro del Plan 8.000. El problema concreto que se dio en la calle Juzgado y en las plazas del Pelícano y Moravia (además de un tramo de la glorieta de Los del Río, Bami, San Florencio, Doctor Laffón Soto y Automoción), fue el empleo de una partida de material defectuoso. Esta tara, unida a las fuertes lluvias, provocó importantes daños, por lo que la constructora ha tenido que asumir los costes de demoler el asfalto anterior y echar otro nuevo. El gasto que han supuesto las acciones que no estaban en garantía ha corrido a cargo del Ayuntamiento.
