Gilena disfruta durante el fin de semana de las legiones romanas. Foto: El Correo
Las legiones romanas tienen tomado el municipio sevillano de Gilena desde este mismo viernes. Durante todo el fin de semana, más de 250 militares y civiles romanos recrearán la historia mediante talleres y actividades que permitirán «aprender sin renunciar al entretenimiento», según Andrés López, integrante de la Legio Prima Vernacula, quien deja claro que «no tenemos nada que ver con los Armaos, porque no somos una centuria». Y es que esta legión gilenense ofrece rigor histórico, lejos de las centurias romanas que desfilan en el contexto de las marchas procesionales.
Por eso, desde el viernes por la noche hasta el domingo por la tarde, tendrán lugar múltiples actividades relacionadas con el armamento, las tácticas militares, los combates entre legiones, el uso de las catapultas y el adiestramiento militar en distintas épocas romanas, para que los visitantes de estas jornadas puedan conocer de primera mano «cómo debieron ser las auténticas legiones que romanizaron la Península Ibérica», afirma David Ruiz, arqueólogo municipal y coordinador de la iniciativa. Es tal el rigor histórico de Castra Legionis, que «tenemos prohibido llevar cualquier cosa que huela algo a siglo XXI», comenta López, quien desde ayer ya se enfundó su vestimenta para acompañar a los compañeros venidos de Granada, Córdoba, Cartagena o Mérida. Pero las jornadas no solo ofrecen historia militar, sino que también se ofertan talleres de poesía, música y danza grecorromana. Así, también se recrea la vida diaria de las legiones en el campamento, la estética en la mujer romana e incluso una pompa fúnebre de la época y el ambiente del lupanar.
Porque estos romanos están sobradamente preparados dar lecciones históricas: «recibimos sesiones de formación para que la representación sea totalmente fiel», señala Andrés López, además de los ensayos semanales que lleva a cabo la Legio Prima Vernacula gilenense.
Su especialización les ha llevado a presentar su proyecto en Itálica, Carmona, Mérida o Tarragona y, hace dos semanas, en Lyon (Francia), lo que les ha permitido llevar fuera de sus fronteras la riqueza cultural de Gilena. «Es una forma original de dinamizar el pueblo y, sobre todo, dar una alternativa cultural a los más jóvenes» quienes, según López, «disfrutan muchísimo y aprenden historia de una manera fácil, divertida y pedagógica».
