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Más de 3.000 familias quieren vivir igual que los hombres primitivos

Más de 3.000 familias se han presentado al cásting de Perdidos en la tribu, concurso que emitirá Cuatro en su segunda temporada. Muchas quieren poner a prueba su relación. Otras buscan una aventura diferente. Hay incluso mujeres embarazadas que quieren dar a luz en la tribu y algunos osados con hijos de muy corta edad.

el 16 sep 2009 / 07:21 h.

Más de 3.000 familias se han presentado al cásting de Perdidos en la tribu. Muchas quieren poner a prueba su relación. Otras buscan una aventura diferente. Hay incluso mujeres embarazadas que quieren dar a luz en la tribu y algunos osados con hijos de muy corta edad.

Se han presentado grupos de amigos, familias con miembros indirectos deseosos de participar en el programa: novios, cuñados, suegros, primos o sobrinos e incluso algún vecino. El cásting para la segunda edición de Perdidos en la tribu ha recibido llamadas de toda la geografía española. Andaluces y catalanes son el grupo más numeroso, seguidos por valencianos y madrileños.

Hay algunas que provienen de fuera de España: italianos, portugueses, mexicanos, bolivianos, argentinos, ecuatorianos y también familias multiculturales formadas por un cónyuge español y otro extranjero. La mayor parte de ellos reside en nuestro país, pero hay quien ha enviado su solicitud desde Suramérica. Incluso esta convocatoria ha despertado el interés de los más mayores, con algún candidato de más de 70 años.

El programa, que volverá esta temporada a Cuatro, se despidió como uno de los programas más vistos de la cadena con 13,5% de cuota de pantalla y 2.134.000 espectadores, llegando a registrar uno de sus máximos (14% y 1.914.000) en su última entrega con el triunfo compartido de las tres familias participantes.

Perdidos en la tribu es un programa que sigue las peripecias de tres familias españolas que durante tres semanas deben convivir con algunas de las comunidades más primitivas del mundo. Es un espacio que sirve para comprobar cómo estas familias se desenvuelven en un entorno salvaje, a miles de kilómetros de sus casas, dentro de una comunidad muy alejada de la civilización occidental. Se trata de una adaptación del formato Ticket to the tribes, producida por Eyeworks Cuatro Cabezas.

En tres remotos parajes repartidos por el mundo, cada una de las familias convive con la tribu que les ha sido asignada. Sin intérprete, ni ayuda externa alguna y en las mismas condiciones que sus anfitriones -sin electricidad ni agua caliente ni un colchón sobre el que dormir, comiendo lo que se pueda y renunciando a las más cotidianas comodidades- deben aprender a adaptarse a su nueva vida.

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