La pastilla de la tensión, el colesterol, la circulación o la diabetes son, todas juntas, el pan nuestro de cada día para miles de enfermos crónicos, la mayoría polimedicados (360.000 en Andalucía y de ellos un 10% toma diariamente cinco píldoras). Muchas son personas mayores, con problemas de memoria y su autonomía limitada para los que seguir adecuadamente el tratamiento no es fácil. El Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof) ha instaurado un Sistema Personalizado de Dosificación (SPD), existente en comunidades como Cataluña o País Vasco, que después de un periodo de experiencia piloto desde hoy ofrecen más de 300 boticas en Sevilla (algo más de un tercio de las 800 existentes) acreditadas para ello por los Colegios Farmacéuticos tras una formación obligatoria para los boticarios que quieran ofrecer el servicio. En Andalucía son 1.500 las farmacias acreditadas para dispensarlo. El sistema consiste en un blíster semanal que prepara el farmacéutico con varios alvéolos que quedan precintados en los que el boticario introduce exactamente las pastillas que el paciente debe tomar cada día en cada momento (desayuno, comida, cena y antes de acostarse). Una vez roto el blíster para extraer las pastillas no se puede rellenar, lo que facilita la comprobación de que el paciente ha tomado la dosis correcta. Se recoge cada semana en las farmacias y el precio oscila entre 15 y 25 euros mensuales (por cuatro dispositivos). En el País Vasco está subvencionado al 100%. En Andalucía, el Cacof se ha dirigido al SAS no para que lo financie porque somos conscientes de los tiempos en los que estamos pero sí para que dé el visto bueno y en un futuro quizás se plantee subvencionarlo, según explica el vicesecretario del Consejo y secretario del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, Juan Pedro Vaquero. El SPD está regulado a través de un Procedimiento Normalizado de Trabajo (PNT)que cuenta con la cobertura de un seguro de responsabilidad civil y exige registrar todas los pasos del dispositivo. El Cacof ha diseñado una campaña para publicitar el SPD. Las boticas que lo ofertan tendrán un distintivo en forma de pegatina para avisar a sus clientes de que disponen de este producto. El sector estima que puede reducir hasta en un 8% el gasto sanitario a nivel nacional. En Andalucía, el incumplimiento terapéutico por un mal seguimiento del tratamiento afecta al 50% de los pacientes crónicos y al 20% de los agudos. Juan Pedro Vaquero es uno de los boticarios que ha realizado una experiencia piloto en su farmacia del Tiro de Línea. Ya tiene tres clientes que lo usan, un matrimonio que toma entre diez y doce pastillas diarias para diabetes, hipertensión, colesterol, problemas de circulación y de obesidad, y un enfermo con problemas de memoria. Vaquero explicó que tras conocer esta posibilidad los primeros que se interesan son los familiares o cuidadores y una vez que éstos toman la decisión enviamos una carta a su médico de cabecera para que lo sepa y opine. Normalmente lo ve positivo. Nuestra idea es que con el tiempo los mismos pacientes se lo comenten y el médico, si lo ve oportuno, lo recomiende, señala. Y aunque los crónicos polimedicados son el perfil de usuario, Vaquero también llama la atención sobre la posibilidad de preparar SPD puntuales por ejemplo para niños que se van unos días de campamento.
