Más de 380 personas han muerto y unas 1.700 han sido heridas en la ofensiva de Israel contra Gaza, bombardeada por cuarto día consecutivo y desde donde las milicias siguen lanzando cohetes que han matado ya a cuatro israelíes.
Más de una decena de palestinos han muerto en la franja palestina por nuevos ataques de la aviación israelí enmarcados en la operación "Plomo Fundido", que ha provocado el mayor número de palestinos muertos en las últimas cuatro décadas.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, advirtió que la ofensiva militar israelí contra Hamas en la franja de Gaza está sólo en su "primera fase" y podría durar semanas, mientras sus tropas terrestres aguardan en la Franja de Gaza listas para intervenir en el territorio palestino. Las operaciones aéreas y marítimas del ejército israelí contra el movimiento islamista en Gaza constituyen "la primera fase entre varias ya aprobadas por el gabinete de seguridad", afirmó Olmert, durante una reunión con el presidente, Simon Peres.
Gobierno británico. Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, se declaró "horrorizado" por la violencia de los bombardeos israelíes sobre la franja palestina de Gaza y afirmó que "no hay una solución militar para esta situación". En una declaración difundida por el número 10 de Downing Street, el jefe del Gobierno de Londres pidió "redoblar los esfuerzos internacionales para asegurar que tanto Israel como Palestina deben tener tierra, derechos y seguridad para vivir en paz". "Estamos horrorizados por la violencia continuada en Gaza y reiteramos nuestro llamamiento a Israel y a Hamás en favor de un inmediato alto el fuego para prevenir que se pierdan más vidas inocentes", se manifestó en la declaración oficial.
En la nota, se añadió que el líder laborista británico ha mantenido conversaciones con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, para tratar de poner fin a la violencia. Brown también pidió que se garantice "el acceso pleno, urgente y sin impedimentos de los equipos médicos" a la franja de Gaza y que se abra "un espacio humanitario que permita dar un respiro".
Previamente, el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, dijo a la cadena pública BBC que la operación militar israelí en Gaza marca "un punto muy peligroso y muy negro" en el proceso de paz en Oriente Medio. "Estamos pagando un precio terrible por el lento y vacilante ritmo de las negociaciones, no sólo durante el último año, sino probablemente durante los últimos 15 años", manifestó Miliband.
