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Más de 4.000 jóvenes participan en una fiesta en la Cartuja

Unos 4.000 jóvenes, congregados por la red social Tuenti, se concentraron una vez más en el Charco de la Pava para celebrar una macrobotellona. En esta ocasión por el fin de los exámenes. A escasos metros, en el río, dispositivos de la Guardia Civil continuaban con las labores de búsqueda de la joven desaparecida Marta del Castillo. Foto: Gregorio Barrera.

el 15 sep 2009 / 22:57 h.

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Unos 4.000 jóvenes, congregados por la red social Tuenti, se concentraron una vez más en el Charco de la Pava para celebrar una macrobotellona. En esta ocasión por el fin de los exámenes. A escasos metros, en el río, dispositivos de la Guardia Civil continuaban con las labores de búsqueda de la joven desaparecida Marta del Castillo.

Hubo convocatoria para celebrar el fin de exámenes. Después desconvocatoria porque las labores de búsqueda del cuerpo de Marta se realizaban a escasos metros del lugar de la fiesta y era probable que la Policía impidiera el paso. Y más tarde surgió el debate sobre qué hacer. El resultado fue que la red Tuenti -una vez más, movilizadora de masas- volvió a reunir a miles de jóvenes en el Charco de la Pava. El buen tiempo y el fin de los exámenes lo merecían. Eso sí, fueron menos que en otras ocasiones, llegaron más tarde, estaban más dispersos y tan sólo contaban con un puesto de comida.

A las 15.30 horas sólo había pequeñas concentraciones. "Llegarán más tarde porque como ha habido muchos rumores sobre que se suspendía", explicaba un informado Álvaro, estudiante de Informática. A las 17.00 horas, (pico más alto de afluencia en otras botellonas) era cuando comenzaron a llegar los grupos más numerosos. A las 20.00 horas, se congregaban el mayor número de jóvenes: unos 4.000, (nada que ver con los 15.000 alcanzados en ocasiones anteriores).

Y a partir de esa hora, unos grupos abandonaban el recinto -"Está muy oscuro" o "Se han acabado las bebidas" eran las razones aducidas-, y otros accedían a él -"Ahora comienza la fiesta"-. "Hay mucha gente que se ha echado atrás con esto de Marta, de que la iban a estar buscando aquí, por eso hay menos gente", apuntaba Clarisa, estudiante de Bellas Artes. No se equivocaba. A escasos metros de la fiesta, de la música y del alboroto dos dispositivos de la Guardia Civil continuaban con las labores de búsqueda del cuerpo de la joven en el río. Tan sólo uno o dos estudiantes se acercaban, curiosos, de la fiesta al dispositivo. "Da mal rollo", apuntaba Adriana, una joven de Aparejadores. "Respetamos a quien no quiere venir, pero la vida tiene que continuar, por eso hemos venido a la fiesta", apostillaba su amigo José.

A pesar de esta reticencia a indagar en el caso, eran muchos los que usaban las márgenes del río como si de un cuarto de baño se tratara. Por ello, efectivos de Protección Civil tuvieron que acotar con vallas y cintas la zona del Charco de la Pava colindante con el río para evitar "que puedan arrojar basura y otros desperdicios que influyan sobre alguna prueba", explicaba uno de los agentes.

Seguros y controlados. A pesar de la menor afluencia, el Ayuntamiento desplegó el mismo dispositivo de seguridad que en otras ocasiones: la Policía Local -que cortó los accesos al Charco de la Pava e impidió que entraran vehículos en el recinto-, las empresas municipales de transportes (Tussam) y limpieza (Lipasam), y Movilidad y Protección Civil, al margen de los dispositivos de emergencias sanitarias presentes en el lugar. Todos velaron por la seguridad de los asistentes al evento. No hubo por ello graves incidentes. Aún así, el resultado fue el de siempre tras una macroconcentración como ésta: mucha basura y varias intoxicaciones etílicas -dos hasta las 20.00 de la tarde-, según informaron fuentes municipales.

Con la caída de la noche eran algunos los que se marchaban con el rumor de que "mañana -por hoy- se repite la fiesta"; otros continuaban la diversión a pesar de la oscuridad; y algunos procedían a iniciarla.

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