Feria del Mosto y de la aceituna fina en Umbrete. / Pepo Herrera (FOTOGALERÍA)
El mosto, las aceitunas y el buen tiempo fueron la excusa perfecta para que unas 30.000 personas visitasen ayer el recinto ferial de Umbrete, donde se celebró la XXIV Fiesta del Mosto y de la Aceituna Fina del Aljarafe y la X Muestra Turístico-Gastronómica. Una de las citas ineludibles del mes de febrero en la provincia de Sevilla.
Desde media mañana el trasiego de vehículos y de peatones por el centro de la localidad era mucho más elevado de lo habitual, pero a medida que uno se aproximaba al entorno del recinto ferial ya se formaba una pequeña bulla de público deseosa de disfrutar de los manjares que se ofertaron ayer en esta feria, donde además de los 5.000 litros de mosto y los 3.500 kilos de aceitunas que repartieron de forma totalmente gratuita Bodegas Salado y Aceitunas Escamilla, respectivamente, también se podía degustar y comprar quesos, buñuelos, dulces, miel y aceite, entre otros productos gastronómicos, y todo a unos precios razonables. «Es una muestra donde no se abusa y por eso es atractiva para los visitantes», explicaron Conchi y Loli, dos vecinas de Umbrete que remarcaron que acontecimientos como el que se celebró ayer son muy beneficiosos para la localidad, «porque se dan a conocer nuestros productos y también nuestro pueblo».
De hecho, muchas de las personas que se acercaron ayer hasta Umbrete procedían de fuera del municipio, de Sevilla capital y del área metropolitana, fundamentalmente, para conocer la muestra y adquirir productos como el caso de María y Juan, que aunque era la primera vez que visitaban esta feria, a la localidad acuden con cierta frecuente para comer, como lo hicieron, por ejemplo, ayer.
También por la caseta municipal había un grupo de 10 personas de Alcalá de Guadaíra que, además de interesarse por lo que se exponía en los puestos, no paraban de preguntar dónde podían comer. Y es que la muestra, entre lo que se vende en ella y lo que se consume en los bares y restaurantes, genera un volumen de negocio de 350.000 euros en un solo día, según indicó ayer el alcalde umbreteño, Joaquín Fernández Garro (PSOE).
Pero lo más importante de todo, remarcó el regidor, es que la temporada del mosto, que dura desde septiembre hasta finales de febrero o principios de marzo, se prolonga hasta finales del mes de abril, «con lo que ello supone de negocio para los hosteleros de la localidad», un sector que representa el 25 por ciento de la actividad económica del municipio.
El acto oficial de apertura de la feria estuvo presidido por el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Juan Antonio Cortecero, quien destacó que la aceituna y el mosto forman parte del ADN de Umbrete, por ello animó a apoyar a estos productos.
Una ayuda que necesitan las empresas de la localidad, aunque en el caso de Aceitunas Escamilla sus responsables saben moverse y muy bien en los mercados para ampliar fronteras. Aunque el 50 por ciento de su producción la venden en las Islas Canarias, también tienen negocios en Japón, Holanda, Rusia, EEUU y México, entre otros países.
La otra empresa que ha colaborado en al celebración de la fiesta de ayer, Bodegas Salado, también tiene puesta la mirada en el mercado internacional y para ello se están renovando continuamente con la puesta en el mercado de nuevos productos. Para este año tienen previsto comercializar un tinto de crianza, que se une al tinto del Aljarafe, al Umbretum primer vino espumoso semi-seco del Aljarafe y al Umbretum brut nature, «que hemos llegado a vender en Barcelona», manifestó Rafael Salado, gerente de la bodega.
Además de comercializar sus caldos en Cataluña, esta bodega también exporta a Holanda, Gran Bretaña y quiere abrir mercado en Brasil. En estos países venden el vino blanco Lagar de Salado y el vino dulce Abuelo Rafael.
Asimismo, esta bodega ha puesto en marcha el Enosalado, una ruta por las tierras de la bodega y sus productos, que permiten descubrir la historia vitivinícola del Aljarafe.