El presidente del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Fernando Chacón, confirmó hoy que, hasta ahora, "han colaborado en las labores de apoyo a los familiares de los fallecidos ayer en el accidente de aviación del aeropuerto de Barajas, aproximadamente, entre 40 y 50 voluntarios", pero estimó que se incorporen en cada turno de 7 u 8 horas 20 nuevos psicólogos.
Desde el primer momento, el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid se puso a disposición de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento, dentro del dispositivo que está llevando acabo el Samur y el Samur social. "A última hora de la noche de ayer ya nos pidieron psicólogos para apoyar a su propios equipos, y están ahora mismo allí acompañando conjuntamente a los expertos de Samur", indicó a Europa Press.
Según comentó todos los voluntarios que van a acudir a IFEMA tienen experiencia en psicología clínica y en emergencias. Asimismo, confirmó que se ha puesto en marcha un protocolo de actuación e identificación, por el cual no se deslazan a los familiares a al reciento ferial hasta la identificación judicial de los cadáveres. "Inicialmente, los familiares están en un pabellón diferente de donde están los forense y la policía científica con los cadáveres", advirtió.
Dentro del pabellón se encuentra acompañados de psicólogos, que sólo atenderán a los familiares que quieran dicho apoyo y psicólogos del Instituto Anatómico Forense que "están especializados en la fase de reconocimiento de cadáver".
No obstante, la policía científica ha pedido a los profesionales que colaboren con ellos realizando una serie de preguntas que facilitarán la identificación de los cuerpos. "Estas preguntas las hará un psicólogo siempre buscando el momento más adecuado para que les afecte los menos posible", advirtió.
Según explicó la psicóloga voluntaria en IFEMA del colegio de Madrid, Miriam González, su labor se está centrando en el apoyo a los afectados, a quienes acompañan en el proceso de identificación y de ADN. A su juicio, este proceso "durará unas horas más por la magnitud de la tragedia".
Asimismo, afirmó que, "aunque muchos familiares están asimilando los hechos a media que transcurre el tiempo, todavía otros muchos se encuentran en estado de shock". En su opinión, "la verdadera aceptación de la muerte de un familiar se produce una vez que ha tenido lugar el entierro".
11-M: EL MISMO PROTOCOLO.
Por otra parte, reconoció que el protocolo seguido por los voluntarios es muy similar al realizado durante el 11-M ya que "inicialmente, psicológicamente a las familias no les importa si la muerte es por un atentado o un accidente". La única diferencia, a su juicio, es que se estima que el "proceso de espera" de los familiares será mayor por la identificación de los cadáveres.
A su juicio, existe una diferencia fundamental a la hora de tratar a los familiares, ya que "durante el atentado las mayorías de las identificaciones fueron físicas y visuales, en este caso muchas de las identificaciones van a ser mediante ADN". Esto provoca cambios en el procedimiento de los expertos, ya que "las familias no van a ver al cadáver".
Finalmente, confirmó que su labor finalizará en el momento de la entrega de los cadáveres, aunque "lo normal es que los responsables de cada comunidad autónoma tenga un servicio de apoyo psicológico a medio plazo".
