El PP sigue tirándole los tejos a Andalucía en precampaña. El líder del partido, Mariano Rajoy, viajó de nuevo a la comunidad -lo ha hecho más de cien veces esta legislatura- para apoyar a Javier Arenas y de paso sumar puntos para "frenar la maquinaria de poder del PSOE" en todo el país.
Que Rajoy se vuelque con la región no es casualidad. La estrategia electoral de su formación de cara a las próximas generales ha marcado en rojo a Andalucía y concretamente a cinco provincias -Almería, Cádiz, Málaga, Jaén y Córdoba- como prioritarias a la hora de arañar algún escaño. Y es que la comunidad, la más poblada, es clave en el reparto de diputados, ya que decide 61 de los 350 asientos del Congreso.
El presidente de los populares se mostró convencido, en un acto en Sanlúcar la Mayor -por la mañana estuvo en Córdoba-, de que el cambio político en Andalucía es posible, como ocurrió en su día con otros feudos socialistas, como Madrid y Murcia. Y aseguró que el líder del PP andaluz, Javier Arenas, es el único capaz de resolver los problemas de los ciudadanos porque tiene suficiente "coraje y determinación".
Arenas tomó la palabra para insistir en la idea de que la comunidad necesita un gobierno "centrista, reformista e imaginativo" que ponga fin a 25 años de gestión de la "maquinaria de poder" socialista. Recorrerse la región de punta a punta le ha valido, según dijo, para saber "lo que le interesa a la gente", frente a un PSOE "más preocupado por la propaganda y el poder".
Uno y otro reiteraron que lo mejor para los andaluces es que el Partido Popular gane en marzo las dos citas electorales. Para sumar apoyos en las generales, Rajoy se ha convertido en una cara visible en el sur. Ha visitado la región una media de tres veces al mes y está centrando en ella sus mayores esfuerzos de la precampaña, una presencia que probablemente disminuirá de forma notable en el periodo de campaña.
"Seriedad". Para Rajoy, lo que necesita España es "seriedad" en el Gobierno para arreglar los problemas de los ciudadanos y no la "improvisación y la insensatez" demostrada por el Ejecutivo socialista. Se comprometió a que su programa electoral hará hincapié en la recuperación de los consensos, sobre todo en la lucha antiterrorista, la política exterior y social. Arenas le devolvió el gesto y opinó que la única manera de que el país recupere "su imagen en el mundo" es dando la confianza a Rajoy en las urnas para acabar con la "división" que ha provocado Zapatero.
