Algo más de un centenar de embarcaciones de los municipios costeros de las provincias de Huelva y Cádiz dedicadas a la pesca de cerco comienzan un paro biológico de 90 días en cumplimiento del acuerdo entre la administración autonómica y el propio sector.
La mayoría de las embarcaciones afectadas por esta veda tienen base en el puerto onubense de Punta Umbría y en el gaditano de Barbate, ambos con algo más de una treintena.
Se trata de la primera parada de 90 días subvencionada por la Junta, ya que los marineros y armadores cobrarán a razón de 36 euros por día, además de 6.000 euros al mes por embarcación.
La parada se prolongará hasta el mes de febrero, siguiendo la recomendaciones del Instituto Oceanográfico Español que asegura que la mayor captura de alevines de boquerones en el Golfo de Cádiz es en los meses de enero y febrero.
El sector se rige por el nuevo Plan de Gestión de Cerco para el Golfo de Cádiz, consensuado la pasada semana con las administraciones central y autonómica.
Este nuevo plan, de carácter bienal, está basado en una regulación del esfuerzo de pesca, fundamentalmente a través de la veda temporal, un número máximo de 200 días de pesca autorizados al año y un descanso semanal de 58 horas continuadas.
También establece medidas de reducción del esfuerzo pesquero, en un 6 por ciento para los dos años de vigencia del plan.
Los barcos sólo podrán efectuar un desembarque por día natural y tendrán como tope de capturas 3.000 kilos de sardina y otros 3.000 de boquerón.
