El drogotest empieza a dar resultados, después de un inicio titubeante y del que dio buena muestra el fiscal delegado de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez, que lamentó en noviembre pasado que se realizaran «menos» controles de droga de los esperados en la capital hispalense. Frente a los seis casos de test que se practicaron a lo largo del pasado ejercicio 2013 se ha pasado a 59 en el presente año. Los resultados, además, dejan patente su efectividad: 32 positivos en jóvenes entre 18 y 35 años 19 con edades entre 26 y 35 años y 12 de entre 18 y 25 años. Es decir, más de la mitad de las pruebas practicadas por la Policía Local, que es la encargada de realizar la prueba, funcionaron para pillar a aquellos que han consumido drogas, principalmente cocaína y cannabis, según los datos aportados por elAyuntamiento. El número podría ser más elevado, pero para practicar esta prueba, la Policía Local realiza una selección previa.De hecho, fue el argumento que esgrimió el delegado de Seguridad yMovilidad del Ayuntamiento hispalense, Juan Bueno, para justificar los pocos test realizados cuando se aportaron las primeras cifras a finales del año pasado. Y es que los agentes de la Policía Local sólo hacen uso del drogotest cuando el test de alcoholemia da negativo y el conductor presenta síntomas claros de haber consumido una sustancia. Pese a eso, los jóvenes a los que se les ha practicado la prueba no se les ha detectado únicamente el consumo de drogas. En la gran mayoría de casos (28 de 32) también iba aparejado positivos por alcoholemia. El balance arroja una prevalencia mayor en hombres (29) frente a mujeres, de las que se contabilizaron tres casos. De los positivos, a 20 se le detectó una sustancia, a 8 dos sustancia y a cuatro hasta tres tipos de drogas diferentes. Sevilla había sido escogida como banco de pruebas de esta experiencia piloto. De hecho, este balance, ya con más pruebas practicadas, servirá de base para un estudio que presentará, a final de este mes, el fiscal delegado de Seguridad Vial. Con ello, se pretende que este modelo de detección de drogas se extienda al resto de España. No en vano, para finales de mes también entra en vigor la reforma de la Ley de Tráfico que, entre sus modificaciones, incluye una serie de consideraciones en la conducción bajo efecto de drogas. Así, la ley apuesta por los dispositivos de detección de drogas en saliva, que se han demostrado como seguros jurídicamente. Además, la reforma emplaza a que, conscientes de que el alcohol y las drogas están detrás de un porcentaje muy elevado de accidentes de circulación graves, es necesario aumentar el reproche hacia estas conductas, por lo que la multa se hará superior, además de la consiguiente retirada de puntos del carnet de conducir. El drogotest se presentó a finales de septiembre de 2012, con la adquisición de dos aparatos y un identificador de sustancias que supuso un coste para las arcas municipales de 35.000 euros. La prueba emite un tique informativo en sólo ocho minutos y permite detectar un amplio espectro de drogas sintéticas como la cocaína, los opiáceos, las anfetaminas, metanfetaminas o cannabis. Los conductores tienen la obligación de someterse a las prueba de no hacerlo, es constitutivo de delito, al igual que pasa con los test de alcoholemia. Los agentes realizan una primera prueba de saliva. Si el conductor da positivo, y para que no existan dudas sobre la muestra obtenida, se extrae una cantidad mayor de saliva, que se introduce en otro soporte que, introducido en un tubo, se congela de inmediato y se envía al laboratorio para que se realice una prueba de contraste.