Un usuario de Tussam se sube a la línea C-3 ante la atenta mirada del conductor.
Más de mil personas aspirarán a una de las 60 plazas eventuales de conductores que Tussam ha convocado para cubrir bajas por enfermedad, vacaciones de la plantilla o picos de demanda del servicios en fechas señaladas como Semana Santa y Feria. Al concurso público, cuyo plazo expiró el pasado 14 febrero, se presentaron finalmente 1.059 aspirantes, lista que se ha reducido con la eliminación de 38 candidatos que no cumplían con los requisitos previos del concursos, entre los que figuraba estar en posesión del título de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), tener el carné de conducir clase D, abonar el pago de derechos de examen 20 euros y obtener un certificado de capacitación.
Esos requisitos han impedido, en parte, que la oferta de Tussam llegara a las abrumadoras cifras de demanda que se obtuvieron en la bolsa de 600 peones impulsada por Lipasam, por la que se cursaron más de 15.000 solicitudes. No en vano, un tercio de los descartados para esta oferta en curso era por no contar con el permiso para conducir autobuses. El resto, en su mayoría, era por no haber finalizado la ESO.
La demanda no es escasa, aunque los sindicatos esperaban más solicitudes. La lista la componen 1.021 personas, es decir, una plaza por cada 17 aspirantes. Aunque este concurso permitía la posibilidad de que se pudiera inscribir personal de Tussam con menos de un año de experiencia laboral, tal extremo no se ha producido y todos son de turno libre, es decir, sin vínculo laboral con la empresa pública.
Una vez realizada esta primera selección, llegarán las pruebas. Según las bases del concurso, primero se realizará un examen teórico en el que se reducirá la lista a 350 candidatos. El temario necesario para el examen, que está disponible en su práctica totalidad en la web de la empresa pública de transportes, incluye conocer los ocho modelos que componen la flota de Tussam, saber tanto el callejero como las rutas de cada una de las líneas incluido los trayectos de recogida, el reglamento interno de la entidad y el manual de prevención en riesgos laborales. La puntuación máxima de la prueba teórica es de 500 puntos.
Una vez superada esta fase, tocará el turno de la entrevista personal, que supone, al igual que la anterior, una calificación máxima de 500 puntos, que se sumará a la puntuación anteriormente conseguida. En esta ocasión, un tribunal será el que designará, en función de esta entrevista, a 120 aspirantes que consideren que se ajusta más al perfil de conductor-preceptor. De ahí se pasaría a una tercera fase en el que se evaluará la documentación aportada. Ahí, se puntuará la experiencia como conductor de autobuses con un máximo de 100 puntos, siendo el mínimo 50 puntos (6 meses de trabajo). También se valorarán el conocimiento de idiomas, donde podrán recibir hasta 50 puntos si acreditan un nivel igual o superior a A2 en inglés, francés o alemán. De igual forma, se concederán un máximo de 25 puntos a los que acrediten que han recibido cursos de formación del puesto en cuestión y, en concreto, de materias como vehículos propulsados por gas natural o sobre conducción eficiente.
Los resultantes de estas pruebas serán los 60 elegidos, que el Gobierno local prevé contar con ellos para la Feria de Abril de este año. Antes de eso, deberán pasar el pertinente reconocimiento médico, en el que se indica una serie de requisitos para ser conductor. Desde sufrir determinadas patologías que afecten a la conducción algo habitual hasta otras más particulares como medir entre 1,58 y 2 metros, limitación que fue cuestionada por los sindicatos.
