Más de 1.000 acreedores han presentado ya sus reclamaciones a la inmobiliaria hispalense Contsa, en suspensión de pagos, en un asunto que acumula ya 20 tomos de actuaciones en el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla.
Al cerrarse ayer el plazo para presentar sus reclamaciones, más de 1.000 acreedores se han personado en el juzgado con contratos de inversiones que oscilan entre los mil y el millón de euros, informaron a Efe fuentes del caso.
Las citadas fuentes explicaron que el total de acreedores y de deuda, que debe ser valorado en las próximas semanas por los tres administradores judiciales de la compañía, superará ampliamente los 609 deudores y 49.399.202 euros que reconoció la empresa.
El expediente acumula ya 20 tomos de actuaciones en el Juzgado, cuando se cerró el plazo para que los acreedores presenten su reclamación de cantidades, aunque los escritos podrán entrar el juzgado hasta las 15 horas del lunes, añadieron las fuentes.
También ayer concluía el plazo de dos meses dado por el juzgado a los tres administradores judiciales para que presentaran su informe sobre la situación patrimonial de Contsa, pero la dificultad técnica del proceso ha obligado a aplazar la entrega sine die. Tales administradores son un economista y un abogado, nombrados nada más aceptarse el proceso concursal, y un representante de la Agencia Tributaria recientemente designado.
La empresa inmobiliaria, que captaba a pequeños ahorradores con la promesa de elevados intereses, se declaró en suspensión de pagos el pasado 11 de febrero, aunque el juzgado había abierto unos días antes un procedimiento similar a instancias de uno de los inversores, que sigue abierto.