El Sevilla prosigue con su lenta agonía lejos del Sánchez-Pizjuán y en Valladolid sumó su decimocuarto partido consecutivo sin conocer la victoria, demasiados para un aspirante a competición europea que, sin embargo, sigue teniendo a tiro la carambola de la octava plaza, que a la postre podría valer aunque no es seguro. Los aspirantes a la Europa League se están luciendo en este tramo final de temporada, de ahí que los de Emery mantengan sus opciones pese a ese paupérrimo 2 de 9 de las tres últimas jornadas, que incluso supera a lo conseguido por Getafe o Levante, con tres y cuatro derrotas consecutivas, respectivamente.
Pero no hay que engañarse, para escalar posiciones hay que empezar a enlazar victorias en casa y fuera y al Sevilla se le fue ayer una grandísima oportunidad, pues gozó del doble de ocasiones que su adversario para haberse llevado el partido y salir relanzado de cara al sprint final. Ahora son cinco los puntos que le separan de la 7ª plaza, en poder del Betis, la última que por derecho conduce a Europa, pero esta noche podrían ser ocho, una diferencia muy difícil de remontar cuando solo restarían cinco jornadas.
Espanyol, Málaga, Real Sociedad, Osasuna y Valencia, un rival directo, tres aspirantes a Champions y otro que lucha por salvarse son los rivales que le quedan al Sevilla, que con los 43 puntos que hoy tiene a lo máximo que puede llegar es a 58, ganándolo todo, prácticamente la única solución que le queda para evitar que le temporada sea un desastre.
