El jefe de la Policía Local, Alfonso García, y la concejala de Infraestructuras, Ángeles Íñiguez, junto a varios agentes y las nuevas motos adquiridas. Foto: Alberto Méndez
Con la llegada del calor y el periodo veraniego, la siniestralidad en las carreteras aumenta. Esta situación no es sólo propiedad de las vías de gran capacidad. Carmona sufrió el pasado fin de semana dos accidentes que han encendido las señales de alarma. El primero de ellos aconteció la noche del pasado sábado al salir de la Ronda Sur un Opel Astra, yendo a parar a una valla del Polígono Industrial Brenes. Según las primeras investigaciones de la Policía Local, la singularidad de la zona con una curva pronunciada y quizás, una velocidad no adecuada, provocaron que el automóvil quedara siniestro total, si bien no hubo víctimas.
El segundo ocurrió 24 horas después. Un Volvo de color azul terminó colisionando en el otro foco industrial, El Pilero, contra el muro de seguridad de una empresa de mármoles. Esta zona es lugar habitual de botellón y vandalismo. Lo peculiar de este accidente fue que, tras la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil por parte del empresario afectado, el vehículo desapareció misteriosamente del lugar. Sólo quedaron unos restos a los que la Policía Local les siguió la pista. Tras las investigaciones pertinentes, los agentes lo encontraron en un barrio de extramuros a más de tres kilómetros, y continúan colaborando estrechamente con la Benemérita para el esclarecimiento de los hechos. No obstante, según fuentes policiales, la primera impresión de éstos es que las declaraciones tomadas son incompatibles con las diligencias llevadas a cabo.
Pero, además de esto, las mismas fuentes advierten de que todos los fines de semana se dan «uno o dos casos de alcoholemia positiva».
Para ello se están realizando controles periódicos en puntos diferentes, con el fin de evitar el consumo de alcohol al volante. Añaden que «fue un fin de semana accidentado», pero hacen hincapié en que «estos hechos casan con factores como el ocio y el fin de semana y es muy complicado atender a todos los sucesos y eventos a la vez».
El aumento de una plantilla con una media de edad cercana a los 50 años ha sido un soplo de aire fresco ante tanto trabajo. De cara al verano la Policía Local se «alegra de la incorporación de seis nuevos agentes», los cuales podrán permitir más controles preventivos y canalizar el tráfico en un casco urbano saturado. Los mismos agentes inciden, además, en que el aumento de las multas se debe a «una mala sincronía del envío de las sanciones. Son multas que se pusieron en abril y que están llegando ahora. No hay afán recaudatorio pero si es cierto que, en Carmona, hace falta un servicio de tráfico eficaz», ya que, tal como indican desde la Policía Local, la gente «es un poco anárquica. Un 90% cumple, pero hay un 10% que no y provoca caos. En ellos estamos incidiendo más».
Por último, destacan en que, a partir de este verano, «se van a ver más efectivos en nuestras calles, dándole protagonismo a la unidad de tráfico motorizada y realizando controles de alcoholemia y de drogas». En definitiva, hacer de Carmona una ciudad más segura.
