Han sido muchos años, muchísimos, de sinsabores, reveses y sufrimientos, así que justo es que disfrutemos del momento y de la inmensa alegría que no paran de transmitirnos estos chavales, que ayer en Kiev se consagraron como la mejor generación de futbolistas de todos los tiempos, endosándole a la Italia tetracampeona del mundo la mayor goleada que jamás se ha visto en una final de Eurocopa o Mundial. Casi nada. Hubo quien se rasgó las vestiduras por dejar viva a Italia en la fase de grupos, temerosa de que ahora nos la pudiera liar en la final.
Hombres de poca fe. En fútbol se puede ganar o perder (España, eso sí, sólo ha perdido 2 de los 51 ultimos partidos oficiales que ha disputado, ante Suiza en el Mundial y EEUU en la Condeferaciones), pero cuando la superioridad es tan manifiesta como la que hoy tiene la Roja sobre sus rivales, suele pasar lo de Kiev.
Una obra de arte para abrir el marcador y después, más que un baño han sido aguas termales, como bien apuntaba el querido Jesús Alba en su twitter. Carpe diem, disfrutemos el momento, aunque algunos ahora hasta dirán que se aburren... de ganar con tanta holgura.
En Twitter @pepelias17
