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Mata a su mujer y a su hijo de cuatro años e intenta huir por la ventana

La víctima, de 36 años, nunca denunció malos tratos y presenció el asesinato del pequeño.

el 04 jun 2010 / 09:45 h.

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La mujer asesinada salió al rellano gritando que habían matado a su hijo.

Cuando la pequeña localidad sevillana de Pruna aún llora a su vecina Guadalupe, cuyo asesino confeso pasa sus primeros días en prisión sin fianza a la espera de juicio, y en Gijón apenas han tenido tiempo de enterrar a la que hasta el momento la última víctima de la violencia machista, esta lacra social golpeó ayer de nuevo a una localidad andaluza, en este caso la capital almeriense.

Los vecinos del bloque número 3 de la Plaza Pi y Margall se despertaron ayer alertados por el grito desgarrador de una madre lamentando desde el rellano de que "habían matado a su hijo". Eran las 8.30 de la mañana pero los gritos cesaron en seguida cuando la puerta del segundo piso se cerró de nuevo. Sospechando lo peor, pese a que no había denuncia previa de malos tratos, se acercaron al piso a tiempo de descubrir que la mujer ya no podría volver a gritar pues yacía muerta con varias puñaladas junto a su pequeño de cuatro o cinco años mientras su marido y padre de la criatura trataba de escapar por la ventana.

El presunto agresor saltó con la ayuda de unos cables y se rompió un brazo al caer.
La Policía Local recibió sobre las nueve de la mañana el aviso de que una persona se había arrojado por la ventana de un inmueble y los agentes desplazados hasta el lugar encontraron al hombre, que fue atendido en el lugar y posteriormente trasladado al Hospital Torrecárdenas, donde se encuentra detenido como presunto autor del doble crimen que acabó con la vida de su mujer, Mercedes G.C., de 36 años, y el hijo pequeño de ambos.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Almería y del Instituto Andaluz de la Mujer confirmaron que ni la víctima ni su entorno habían denunciado malos tratos en la familia. Según los vecinos, el presunto asesino había recibido tratamiento psiquiátrico. Con la pareja vivía también una hija de 16 años fruto de una relación anterior de Mercedes que, en el momento del crimen, se encontraba ya fuera de casa camino del instituto en el que estudia. La adolescente quedará ahora a cargo de sus familiares por el momento.

El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, convocó al mediodía en los jardines de Alcaldía una concentración de repulsa contra este nuevo caso de violencia machista, el tercero en la provincia en lo que va de año y el noveno en Andalucía. La cifra de víctimas mortales supera ya tanto a nivel regional como nacional (31) el número de asesinadas por sus parejas o ex parejas a estas alturas del año pasado y del anterior.
Tanto la Junta de Andalucía como el Ministerio de Igualdad hicieron un llamamiento a todas las mujeres que se encuentren en esta situación a que denuncien para poder activar los mecanismos de protección social pertinentes.

En declaraciones a Europa Press, el delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, destacó que el 84% de las mujeres asesinadas este año no habían denunciado, lo que supone un incremento de un 24% en este tipo de conductas entre las víctimas ya que en 2009 seis de cada diez fallecidas sí habían acudido a la Justicia.
"Que se denuncie supone seguridad y protección", destacó Lorente, para incidir en que si las autoridades no tienen constancia de esta violencia, "no pueden poner los medios" para evitar que la persona que maltrata a la mujer acabe matándola.

Lorente destacó otro "cambio de tendencia" de este año respecto del anterior que tiene que ver con el perfil de las víctimas. En lo que va de 2010, más de la mitad de las asesinadas (52%) tenían más de 41 años, porcentaje que rondaba el 40% en 2009. Además, mientras el año pasado el 47% convivían con su asesino en el momento del crimen, la cifra este año alcanza el 71%. "Es un nuevo elemento común, mujeres de más edad, que están conviviendo con el agresor y que no han presentado denuncia", destacó el delegado del Gobierno, quien explicó que en estas circunstancias "cuando la mujer habla de denuncia o de separación entra en una situación de riesgo" que "no se puede minimizar" y ante la que necesita del apoyo de su entorno social y familiar. 

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