La Policía ha detenido al filo de la medianoche a Issam M., tras encontrar a su compañera sentimental degollada en el pasillo de la casa que compartían en el número 15 de la calle Luis Cadarso, una pequeña vía junto a Amador de los Ríos. Carmen Redondo Jiménez, de 39 años y madre de un hijo de 17, fue acuchillada supuestamente por su pareja, un hombre de nacionalidad marroquí de 37 años con quien llevaba algo más de un año de relación y que la maltrataba con tanta frecuencia que la Policía acudía a su casa a menudo, según explicó Isidro Sacristán, que había sido pareja de la mujer durante 14 años y que fue quien encontró el cadáver. La Policía Nacional confirmó que se trata de un caso de violencia de género.
El hombre estaba en un bar al final de la calle cuando, sobre las siete de la tarde, vio pasar a Carmen, que le lanzó un saludo apresurado. Minutos después vio hacer el mismo recorrido a Issam, que le hizo un gesto llevándose un dedo al cuello, como si se rebanara el pescuezo. Isidro afirma que llamó a la Policía, pero ésta le pidió que presentase una denuncia en comisaría, por lo que tras alertar al 112 decidió acudir él mismo a casa de Carmen, consciente de que su novio era un hombre violento que llegó a darle otra puñalada en septiembre, y sabiendo que ella llevaba unos meses distanciada de él, dejando y retomando la relación. Al abrir la puerta del domicilio con la llave de otro chico que compartía casa con la pareja, Isidro vio el cuerpo de Carmen en el suelo, en medio de un charco de sangre, entre el pasillo y el dormitorio. Le tocó el cuello pero supo que estaba muerta antes de llamar al 061, según explicó en la puerta del domicilio, visiblemente afectado. La Policía calcula que el crimen se produjo entre las 19.30 y las 20.00 horas.Carmen vivía ocupando irregularmente una vivienda junto a a su pareja y a otro chico, también marroquí, y los ruidos de las frecuentes peleas eran el pan de cada día para los vecinos. Isidro dice que Carmen llegó a denunciarlo alguna vez, pero siempre retiraba las denuncias. La casa en la que vivía está situada a 50 metros de un Punto de Información para la Mujer y justo en la puerta de enfrente vive la abogada especializada en violencia de género Amparo Díaz, que durante años coordinó el turno de oficio de malos tratos del Colegio de Abogados, y que anoche se lamentaba de no haberse dado cuenta de lo que le ocurría a su vecina.
La Policía activó de inmediato un amplio dispositivo de búsqueda para intentar localizar al supuesto autor, un hombre marroquí, de unos 37 años y con el pelo rapado, lo detuvo al filo de la medianoche y fue trasladado a dependencias policiales. Las zonas en las que suelen reunirse inmigrantes de esta nacionalidad como el entorno del parque de Los Perdigones o la barriada de La Barzola estaban anoche repletas de agentes, al igual que las estaciones de autobuses y trenes. La alerta fue enviada de inmediato a los puestos fronterizos por si Issam intentaba cruzar a su país. Tras el crimen, los agentes buscaron el arma homicida por la calle, en contenedores y bajo los coches, aunque la Policía no pudo confirmar ayer si había sido localizada, y tampoco si existían medidas de protección sobre la víctima, ni si el agresor tiene antecedentes, extremos que anoche aún se estaban investigando.
Entretanto, Isidro contaba el largo historial de desgracias de Carmen, que trabajaba en la hostelería pero llevaba desde enero en paro. Su hijo no vivía con ella sino con su padre, en Camas. El supuesto agresor no trabajaba, “vivía de una ayuda que cobraba porque se había casado con una española”, según Isidro, que afirmó que Issam le pegaba a Carmen desde que iniciaron su relación y por eso llevaban unos meses distanciados. “Pero yo le decía que lo dejara y no lo dejaba”, decía Isidro, que aseguró que el pasado septiembre el agresor llegó a apuñalar a Carmen en el abdomen pero ella no quiso denunciarlo.
Los vecinos describían ayer a la víctima como una mujer muy callada, que apenas hablaba con los vecinos y nunca contó nada de su relación. Una vecina explicó que una vez la vio llorar en las escaleras y ella le dijo que “todo lo hacía por amor”, pero mostraba síntomas de haber bebido y la vecina se limitó a consolarla.
Carmen es la víctima número 63 de la violencia machista en España en lo que va de año, y la quinta en Sevilla.
