Un reproche sobre las costumbres de la nieta. Una pelea entre padres e hijo. Un crimen doble. Los hechos sucedieron ayer en Albolote (Granada), donde un hombre de 46 años mató a sus progenitores a golpe limpio con un apero de labranza. Los cuerpos de los ancianos quedaron destrozados.
De la discusión se pasó a las manos, y de las manos a los golpes de azadilla y almocafre. Eran poco menos de las once de la mañana de ayer cuando E.A.P., de 46 años, la emprendió a golpes con sus padres, Eliseo A.N. y Antonia P.N., de 70 y 69 años de edad, respectivamente. Usó sus manos y las herramientas del campo que tenían sus padres a las puertas del cortijo en que vivían. Los mató con saña en unos minutos. Según informaron ayer fuentes de la investigación, todo comenzó con una pelea familiar. El padre reprochó al agresor el comportamiento y las amistades de una de sus nietas, menor de edad. El hombre reaccionó de forma violenta, gritando y manoteando. La hija del presunto asesino, ante semejante escena, salió corriendo de la casa de sus abuelos, ubicada en el paraje de La Joya, a las afueras de Albolote. Fue a la cercana gasolinera de El Torrejón y avisó del altercado. Mientras, un vecino alertó al 112, ante los desgarradores gritos que se oían. Cuando los avisos de una y otro atrajeron a la Guardia Civil al cortijo, los agentes encontraron una escena "horrorosa".
El hijo de los asesinados se encontraba sentado en las escaleras del cortijo, ensangrentado y muy tranquilo. No ofreció resistencia a la detención, pero sí que pidió un médico, pues en el forcejeo con su padre había resultado herido leve en la cabeza. A su lado estaban los aperos de labranza, las armas del crimen. Los cuerpos de sus padres se encontraban detrás del perímetro vallado de la vivienda pero fuera de ella, en un espacio de campo abierto. Al parecer, tenían la cabeza completamente destrozada. "Se ha ejercido una gran violencia en este caso", sostienen desde el Instituto Armado. Los médicos desplazados de urgencia sólo pudieron certificar su muerte.
El ahora arrestado fue atendido en un centro sanitario de su municipio y, más tarde, declaró ante la Guardia Civil, mientras se procedía al levantamiento de los cuerpos. Se espera que hoy pase a disposición judicial, acusado de un doble asesinato. Los investigadores se centran ahora en el testimonio de los vecinos y de la hija del agresor para recomponer el puzzle de lo ocurrido. Algunos allegados confirmaron que el hombre podría tener problemas psiquiátricos, aunque la alcaldesa en funciones de Albolote, Marta Nievas (PP), "no consta" que estuviera enfermo, sino que se comportaba "de forma completamente normal".
El presunto parricida pertenece a una familia "muy conocida" en el pueblo, muy numerosa, cuyo padre era identificado como "Eliseo el del 24". El matrimonio asesinado tenía cinco hijos, todos ellos varones salvo la hija menor, aunque dos de ellos murieron muy jóvenes. Algunos miembros de la familia habían tenido problemas de drogas, según fuentes policiales.
