Otros dos activistas de derechos humanos han sido asesinados en Chechenia. Ya son tres en un mes. Se trata de la pareja que había sido secuestrada el lunes, según informó ayer la Policía de la república norcaucásica. Nada más conocer la noticia París y Berlín condenaron la persecución que sufren los activistas en Chechenia.
Los cuerpos sin vida de los activistas fueron encontrados con varios impactos de bala en el maletero de su coche cerca de un sanatorio en la localidad de Chernorieche, señaló un portavoz de la Policía chechena, según las agencias rusas.
El asesinato de la directora de la ONG juvenil Spasiom Pokolenie (Salvemos la generación), Zarema Saiduláyeva, y su marido, Alik Zhabraílov, fue confirmado por la organización de derechos humanos Memorial, cuya activista Natalia Estemírova también fue asesinada el pasado 15 de julio en el Cáucaso.
La Fiscalía General rusa ha enviado a la zona al jefe del comité de investigación, Alexandr Bastrikin, para esclarecer los sucedido. "Es un crimen monstruoso", señaló Tatiana Lóxina de la organización Human Rights Watch.
Los activistas, cuya organización ofrecía ayuda médica y psicológica a los menores de edad víctimas de la guerra y la violencia en Chechenia, fueron secuestrados el lunes en la oficina de su ONG en la capital chechena, Grozni.
A estos asesinatos se unen los del dirigente de esta ONG Murad Murádov, que fue detenido en 2005 en un barrio de Grozni y más tarde su cuerpo, prácticamente irreconocible fue entregado a sus familiares. Además, en otoño de 2006, la periodista Anna Politkóvskay también fue asesinada.
