La Guardia Civil tuvo que abatir a tiros a un total de 19 vacas que se habían escapado del matadero de Salteras y que llegaron a la urbanización de La Alondra, si bien la rápida intervención de las fuerzas de seguridad evitó que se produjera ningún herido entre los habitantes del lugar, a pesar de tratarse de reses bravas.
Los hechos se produjeron en torno a las 14.30 horas y obligaron a la intervención de siete patrulleros de la Guardia Civil, además de miembros de la Policía Local que también se habían desplazado hasta el lugar para intentar controlar la situación, después de que se recibiera una llamada alertando de que estos animales se habían escapado de Mataderos del Sur, situado en el polígono Los Llanos de este municipio del Aljarafe, cuando iban a ser metidos en los corrales.
En total se escaparon 19 reses bravas, según informaron fuentes de la Guardia Civil, aunque una de ellas logró huir en un primer momento y fue la última en caer, en concreto ayer por la tarde. Las mismas fuentes precisaron que los animales se escaparon cuando estaban siendo descargados de un camión y aprovecharon un momento de descuido, sin que los operarios del matadero pudieran hacer nada para impedirlo. De hecho, la Guardia Civil está todavía investigando las causas de este incidente por si se hubiera producido alguna negligencia en el manejo del ganado, según apuntaron las mismas fuentes.
Cuando los siete patrulleros de la Guardia Civil llegaron al pueblo, lograron encontrar a las vacas en las proximidades de la citada urbanización y se pusieron en contacto con los responsables del matadero al objeto de intentar reconducir a las reses bravas hasta el polígono. Sin embargo, les resultó imposible, y es más, alguna de las vacas llegó a embestir contra un vehículo desplazado hasta el lugar e incluso un guardia civil y un policía local resultaron heridos leves por distintas contusiones durante su intervención en estos hechos. Por este motivo, y debido también a que ya estaba cayendo la noche y a que las reses bravas se encontraban en las proximidades de la urbanización, se decidió sacrificarlas, pese a que inicialmente no es lo que quería hacer la Guardia Civil, entre otras cosas por las dificultades que conlleva acabar con este tipo de animales cuando no se lleva el armamento adecuado.
De este modo, los agentes acabaron con 18 vacas a tiros usando para ello sus armas reglamentarias, lo que no fue tarea fácil, según puntualizaron las mismas fuentes, dado que algunos animales necesitaron hasta media docena de disparos para ser reducidos y eliminar así el peligro que hubiera supuesto para la población dejarlos sueltos.
De igual modo, la Guardia Civil hizo un llamamiento para que cualquier persona que viera ayer a la vaca que logró escapar diera aviso a las fuerzas de seguridad, con el objetivo de intentar controlar al animal y evitar el riesgo que suponía.
