La muerte en un enfrentamiento con la Armada de México del capo Arturo Beltrán Leyva, alias El jefe de jefes, podría desatar una guerra al interior de su cártel y avivar las existentes con otros grupos rivales, dijo ayer el Procurador (fiscal) General de la República (PGR), Arturo Chávez Chávez.
La muerte de Beltrán Leyva "obligará a una reestructuración de su cártel y no es descartable que se dé violencia en su interior hasta que se defina el nuevo mando", explicó en rueda de prensa el fiscal general de México. Asimismo, consideró que otros cárteles rivales, como el de Sinaloa, pueden interpretar la muerte de este capo como "una oportunidad para fortalecer posiciones y pue- de significar enfrentamientos" entre las organizaciones criminales.
El operativo que acabó con la vida de Beltrán Leyva y de otros seis sicarios es un "golpe muy duro y un importante avance en la lucha" contra las bandas de narcotraficantes, cuya violencia ha causado 15.000 muertos en los tres años de mandato del presidente, Felipe Calderón, según reconoció el titular de la PGR (fiscalía). El fiscal general aseguró que la dimensión de la lucha contra el narco demuestra que el despliegue de unos 40.000 soldados en varios estados para apoyar este combate "es indispensable y un baluarte" necesario.
Insistió en que el Ejército y la Marina, responsable del operativo contra los Beltrán Leyva, se mantendrán en la lucha contra el narcotráfico hasta que la estrategia "deje de ser de un problema de seguridad nacional y vuelva a ser problema de seguridad pública". La acción contra este cártel, realizada en un lujoso bloque de pisos del centro de la ciudad de Cuernavaca, capital de Morelos, no perseguía la muerte de su líder, quien falleció por disparos en la puerta del apartamento que ocupaba.
También murieron otros seis sicarios y dos mujeres y un hombre fueron detenidos en el operativo de la Armada de México, donde falleció un soldado y otros dos marinos resultaron heridos.
El cadáver del Jefe de Jefes o El Barbas será definitivamente identificado a través de pruebas de ADN que lo compararán con las realizadas a su hermano Alfredo Beltrán Leyva, alias el Mochomo, detenido en el año 2008, aunque las primeros testimonios y fotos recopiladas confirman su identidad, dijo el procurador a los periodistas.
