Matilla parece que es el único fijo, por ahora, en la medular bética. Foto: EDD.
Entre las diferentes bajas por lesiones y un cambio de esquema, que en un principio Julio Velázquez quiere mantener, el centro del campo del Betis va a tener que luchar durante varias semanas para intentar encontrar un equilibrio que se antoja más que necesario.
Con Xavi Torres lesionado y con Lolo Reyes que hasta ayer por la tarde no se ejercitó con el grupo después del fuerte golpe que sufrió en el envite frente al Albacete, todo hace indicar que el domingo ante el Mirandés la medular verdiblanca estará formada por Matilla y Alfred NDiaye. El doble pivote con el que el entrenador vallisoletano inició la campaña desapareció el pasado domingo frente al Girona y la prueba fue satisfactoria, por lo menos en cuanto a la efectividad de cara a puerta. El cambio de sistema es lo mejor para que Rubén Castro juegue en la punta de ataque, lugar en el que mejor rinde y en el que demuestra que es más efectivo.
Con el 4-4-2 no hay sitio para todos y ahí es donde surge problema. Matilla parece inamovible por ahora, pero acostumbrarse a un acompañante no le va a ser nada fácil. En un principio el abanico de posibilidades es amplio con NDiaye, Lolo Reyes, Xavi Torres o incluso Nono, aunque no sea su posición más habitual. A estos hay que añadir la posibilidad de contar con los canteranos. Por demarcación al que mejor le viene el puesto es a Carlos García, pero la semana pasada el que viajó a tierras catalanas fue Dani Ceballos, que está contando con mucha confianza por parte del técnico bético.
Pero a pesar de ello, la realidad actual del conjunto heliopolitano es muy diferente y a Julio Velázquez le va a costar encontrar solidez, estabilidad y equilibrio en el centro del campo. Las lesiones, las posibles sanciones que puedan llegar por tarjetas y los encuentros clasificatorios de la Copa de África que tiene que disputar NDiaye se lo van a poner muy complicado.
Con las ausencias del franco senegalés y las dudas del estado físico de Xavi Torres, Lolo Reyes es el futbolista que va a tener más relevancia, ya que deberá ser el encargado de controlar las embestidas de los equipos rivales.
El estado físico del alicantino ha dejado mucho que desear en estos partidos y es que acarrea desde pretemporada una molestias en el tendón de Áquiles que lo ha tenido tantos meses apartado de los terrenos de juego y que lo van a obligar a parar mínimo hasta mediados de octubre. Tengo unas molestias postoperatorias que me salieron en pretemporada y como no he parado, siguen. Entre el cuerpo médico y la supervisión del doctor Cugat, hemos decidido que lo mejor sea parar para que me recupere de una vez por todas, explicaba Xavi en Cope Sevilla, donde comentó que sólo piensa en recuperarse: No me he parado a mirar los partidos que me pierdo. Sé que ahora tenemos un partido importante contra el Mirandés y luego dos ante rivales directos, pero lo que me preocupa y lo que quiero ahora mismo es ir viendo día a día que el dolor va disminuyendo y que pueda estar cuanto antes. Pienso que se va a solucionar, me preocupa y me duele porque soy una persona que casi nunca he tenido lesiones y como la que tuve fue grave, ahora salen otras cosas. La verdad es que estoy cansado de dolores y molestias.
Con todo esto, la situación no es nada fácil. El cuadro verdiblanco no se puede permitir una segunda derrota ante su afición y si de una vez por todas se ve una mejora en el juego del equipo, la idea de no poder consolidar el esquema puede hacer que las dudas vuelvan a surgir. La debilidad defensiva es otra de las características que pueden condicionar las importantes decisiones que deberá tomar el cuerpo técnico del Betis, que si logra la quinta victoria en siete partidos, empezará a ver reforzada, por fin, su labor.
