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Cultura

Matute: «Si el mundo me rechaza, yo me invento otro»

Con los 82 años mejor cumplidos de las letras españolas, Ana María Matute dio ayer una lección de lucidez, pero también de sentido del humor, en la apertura del segundo encuentro Factor Humano que se celebra esta semana en la Escuela de Ingenieros de Sevilla.(Foto: Javier Díaz).

el 15 sep 2009 / 00:01 h.

Con los 82 años mejor cumplidos de las letras españolas, Ana María Matute dio ayer una lección de lucidez, pero también de sentido del humor, en la apertura del segundo encuentro Factor Humano que se celebra esta semana en la Escuela de Ingenieros de Sevilla.

En la Academia Sueca, al parecer, la consideran la única escritora española viva que ha creado un mundo propio. "Yo he vivido de espaldas al mundo, me sentía muy poco incorporada a lo que me rodeaba", recordó la barcelonesa. "No me sentía bien, mantenía como una lucha cuerpo a cuerpo con todo. Entonces pensé: si el mundo me rechaza, me invento otro; y sin embargo, eso no me ha impedido llegar a la gente, preocuparme por el ser humano y por la Naturaleza", afirmó Matute.

Saltando de un tema a otro, pero sin perder en ningún momento la coherencia, la autora de La torre vigía y de Olvidado Rey Gudú repasó episodios de su vida, inflexiones de su obra, lecturas que le marcaron. Y siempre la literatura como una necesidad vital, una forma de mirar y de respirar. "Hay una vida de papel que todavía dura, y está muy bien porque tampoco te impide salir a la otra. He amado mucho y he sido amada, aunque ahora cueste creerlo [risas]. En el fondo, todo es literatura. Incluso cuando no escribía, yo seguía escribiendo porque veía el mundo con ojos de escritor.

A pesar de su extrema amabilidad, Ana María Matute defiende una especial actitud ante la creación literaria: "Escribir siempre es, en el fondo, una forma de protesta. No te gusta lo que te rodea, no te encuentras... Y, a veces, incluso protestas contra ti mismo", agregó la novelista.

Sexos.

Preguntada sobre la posibilidad de la existencia de una literatura específicamente femenina, Matute fue tajante. Para ella, no se trata de una pura cuestión genital, sino de una sensibilidad que va más allá de los sexos: "Sólo hay hombres que escriben y mujeres que escriben", aseveró. "Por lo demás, está muy bien que unos y otros se enfrenten, el mundo es así, hombres y mujeres han tenido sus choques, que luego pueden acabar muy bien. No me he sentido nunca feminista: simplemente soy mujer, y supongo que, cuando escribo, se notará", añadió.

Premio Nadal, Café Gijón, Planeta, Lazarillo, Fastenrath, Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, Nacional de las Letras Españolas, la autora también se refirió a su rica producción para niños, señalando de paso un error común: "Mucha gente cree que me gustan los niños, ¡pues no todos! Lo que me interesa es el mundo de los niños, la idea de que el niño no es un proyecto del hombre, sino el hombre lo que queda del niño. Todos vamos con la infancia a cuestas", dijo.

Y no quiso concluir sin un elogio de la lectura: "Leer es importante para escribir, pero sobre todo para vivir. Quienes no lo hacen, no saben lo que se pierden. Leer es, como decía aquel anuncio de Kodak, vivir dos veces", concluyó la escritora.

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