Cultura

"Me cansa ya el cuento de la ortodoxia en el flamenco"

Diego El Cigala vuelve a rodearse de algunos de algunos de los mejores músicos de jazz latino en 'Dos Lágrimas', un nuevo disco que tiene como concepto dar continuidad al 'Lágrimas negras' en el que trabajó con Bebo Valdés, y que se publica este domingo en una edición limitada de 100.000 copias junto al diario El País.

el 15 sep 2009 / 06:16 h.

Diego El Cigala vuelve a rodearse de algunos de algunos de los mejores músicos de jazz latino en 'Dos Lágrimas', un nuevo disco que tiene como concepto dar continuidad al 'Lágrimas negras' en el que trabajó con Bebo Valdés, y que se publica este domingo en una edición limitada de 100.000 copias junto al diario El País.

Ramón Jiménez Salazar, Diego el Cigala, sigue viviendo en una casa en plena sierra de Madrid porque, según nos cuenta, "la capital me distrae mucho y me da mal rollo. Necesito relacionarme con gente y tengo que ir con frecuencia, pero en seguida vuelvo a la paz de la sierra", confiesa el cantaor de flamenco que más discos ha vendido en la historia. "De Lágrimas negras, con el pianista cubano Bebo Valdés, se vendieron 1.300.000 copias", afirma con orgullo.

Sin embargo, cuando alguien le dice que vende tanto porque se ha salido de la ortodoxia flamenca, El Cigala araña como un gato panza arriba: "Yo soy flamenco y moriré flamenco, cante lo que cante; ése es un cuento que ya me cansa. De unos pocos, además, porque las miles de personas que van a escucharme a cantar a los teatros, o los que compran mis discos, lo hacen porque me consideran flamenco, aunque cante boleros o canción española. Todo lo hago gitano, mío", dice sacando pecho.

Ama a los caballos y pasa mucho tiempo con ellos. "Ahora tengo otro, uno precioso que me ha regalado Tomatito hace unos días. Es un animal tremendo, que me aporta una paz y una energía increíbles. A mis caballos les trae sin cuidado si me salgo o no del carril que señalan los puristas", asegura.

En su casa de la sierra tiene su propio estudio de grabación y allí ha grabado parte de su último disco, Dos lágrimas, que el próximo domingo se pone a la venta, en exclusiva, con El País. "Vamos a hacer historia, porque por primera vez, un cantaor de flamenco va a lanzar un disco con un periódico, con una tirada inicial de 100.000 copias", dice el artista.

Le preguntamos que si es una manera de buscar otros mercados, y lo aclara: "Es una manera de acabar con el monopolio de las grandes discográficas; soy bastante delicado para que me digan lo que tengo que hacer, porque soy muy independiente, y por eso lo vamos a lanzar con este prestigioso diario".

Ventas . No ve imposible que con Dos lágrimas supere las ventas de Lágrimas negras. "Eso de que segundas partes nunca fueron buenas, que puede que sea cierto, aquí no se va a cumplir", dice, convencido de un nuevo éxito discográfico. "Te lo digo porque 'Lágrimas negras' se grabó en tres días, leyendo las canciones en una cuartilla, y este trabajo he tardado cinco meses en grabarlo".

En este sentido, aclara que Dos lágrimas "no es la segunda parte de 'Lágrimas negras'; es otra historia, son otras canciones y otros músicos", apostilla El Cigala.Es una apuesta segura, según Diego, que defiende ahora a los jóvenes que quieren comprar discos, y que no pueden. "Veinte euros por un disco es un abuso; es un dineral para un chaval que estudia.

'Dos lágrimas', que sale el domingo que viene en 28.000 puntos de venta de toda España, con El País, saldrá con un precio de 10 euros, que es otra cosa", dice Diego, quien, como un vendedor callejero, como los de su etnia, sigue promocionando el producto: "Encima, el disco lleva un libro de más de setenta páginas, con dedicatorias de Paco de Lucía, Andrés Calamaro, Gabriel García Márquez?".

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