Cultura

"Me dio mucha pena no estar en SIMOF, pero Jerez es la cuna del arte y allí presentaré mi colección"

La diseñadora presentará su colección de trajes de gitana,"Sentir", el próximo 11 de febrero en Jerez de la Frontera.

el 05 feb 2010 / 13:02 h.

Vicky Martín Berrocal se ha volcado en su nueva colección

"Sentir" es el nombre de la colección que Vicky Martín Berrocal presentará el próximo 11 de febrero en la Pasarela Flamenca de Jerez de la Frontera. Pasión, sensualidad y elegancia están presentes más que nunca en sus trajes de flamenca, donde la riqueza de los tejidos y los complementos y la experimentación con los volúmenes y las nuevas formas han sido claves en el resultado final.

¿Por qué "Sentir"?

Porque yo soy una mujer de sentimientos, me gusta sentirlo todo, lo necesito. En esta ocasión me he permitido el lujo de ser más yo que nunca, y si hay algo que me define es precisamente eso: los sentimientos.

¿Qué veremos en ella?

Es totalmente diferente, no tiene nada que ver con las cosas que he hecho antes. Desde el primer momento que empecé a soñarla, me di cuenta que quería probar cosas nuevas. Desde que empecé en este mundo, siempre he tenido muy claro lo que quería, pero ahora hay una evolución, hay cosas diferentes. Por ejemplo, mi tejido fetiche siempre ha sido el punto de seda, pero en "Sentir" no aparece. He hecho cosas que no he hecho nunca, he usado materiales nuevos, he probado, he arriesgado...

Tus desfiles han estado siempre cargados de sorpresas... ¿qué nos puedes adelantar?

La verdad es que no mucho, prefiero sorprender al público. Son 29 trajes y el desfile lo abrirá y cerrará mi gran amiga Laura Sánchez. Como novedad, destacan unos complementos en los vestidos que usan los más grandes, como Lagerfeld o Ellie Saab, llegados desde un exclusivo taller de la India. No habrá estampados, todo girará sobre tres colores: el blanco, el negro y el azul más profundo. Éste último no lo he usado nunca, quizás es un poco difícil, pero también lo fue el año pasado el color maquillaje y tuvo mucha aceptación. He arriesgado muchísimo, lo único que no es nuevo es la pasión.

¿Qué sientes ahora, al ver la colección acabada y a punto de presentarla?

Te mentiría si te digo que estoy contenta, porque nunca lo estoy y aún me queda mucho por aprender. Es el público el que tiene que juzgarla. Soy muy perfeccionista, me dejo la vida en cada colección porque amo lo que hago. Me esfuerzo muchísimo en cada detalle, pero el día que no tenga ilusión me iré, porque sin ilusión no soy nada.

Has levantado mucha expectación en Jerez, las entradas se agotaron en apenas dos horas, ¿da miedo?

Sí, pero me enorgullece que la gente esté como loca por verla, pero es un sentimiento agridulce, porque hay muchísima gente que se quedará fuera porque el aforo es pequeño.

Tu ausencia en Salón Internacional de la Moda Flamenca, Simof, ha sido muy comentada ¿a qué se ha debido?

No quiero que se entienda mi ausencia como "un no a Simof", sino como "un sí a Jerez". Me gusta sentir el momento, me gusta enfrentarme a cosas nuevas, y presentar la colección en la Pasarela de Jerez es una buena oportunidad para ello. Me ha dado mucha pena no estar en Sevilla, pero hay que probar cosas, y Jerez es la cuna del arte, así que tengo muchísima ilusión por presentar la colección aquí. No he dado la espalda a Simof, he vivido momentos mágicos allí y es imposible olvidarlos.

¿La crisis está afectando al sector de la moda flamenca?

La crisis nos afecta a todos, pero es cierto que tengo un público medio-alto a quien le afecta menos. Soy consciente que no todo el mundo puede permitirse llevar un traje mío, por eso este año he creado una colección más comercial y asequible. No lleva mi nombre completo, sino mis iniciales, VMB, y no es que sea una colección peor, simplemente es otra diferente. Me duele escuchar que alguien no lleva un traje mío porque no puede permitírselo, mi deseo es poder vestir a todas las que lo deseen.

La gente se queja de que los trajes son muy caros...

Sí, pero mis tejidos no son nada baratos. Compro en Italia, uso los tejidos de los grandes diseñadores y casi no puedo explicarte las horas de trabajo que lleva un traje mío, y todo eso repercute en el precio. Como dijo Valentino, a veces creo que me voy a arruinar, pero yo tengo que ver el traje bien, me tiene que gustar, no me gusta que esté a medias. Ojalá pudiera ponerlos a menor precio. Soy una romántica, por mí los regalaba, me pueden llamar loca, pero que mayor placer que hacer lo que yo hago...

¿Qué se siente cuándo paseas por la calle y te encuentras de frente a alguien con un traje tuyo?

Me muero, hay cosas que no se pueden explicar con palabras. El nacimiento de mi hija es incomparable con cualquier otra cosa, y tras ese momento, los desfiles y ver a alguien por la calle con un traje mío son momentos mágicos, únicos. Me llena de satisfacción, las veo guapas, las veo más mujeres que nunca, llenas de sensualidad, felices.

Y seguro que alguna vez te has cruzado con algún otro que hayas pensado que es una copia...

Claro, desde el primer momento. Al principio sienta mal, pero después te das cuenta de que es maravilloso, porque si alguien copia algo tuyo es porque les gusta. Yo también miro a los demás, también tengo mis referencias en el mundo de la moda, así que me enorgullece que los demás sigan lo que yo hago.

En cinco años y seis colecciones te has convertido en todo un referente a nivel nacional e internacional, ¿cuáles son tus próximas metas?

He conseguido que la moda flamenca se acerque a la moda en sí misma. Es un halago, me enorgullece muchísimo que revistas como Vogue, Elle o Vanity Fair llamen a mi puerta. Hay gente en Nueva York esperando ver la colección "Sentir" para comercializar mis trajes allí, he recibido tres llamadas para vestir a sendas personas en la gala de entrega de los Goya... Todo es fruto de un camino largo que voy recorriendo paso a paso, sin ningún tipo de prisa. Empecé con una pequeña colección, no tenía ni página web ni nada, el que me encontraba era porque realmente quería llegar a mí. Nada de esto es un capricho, y las cosas buenas que me van ocurriendo me llenan de una satisfacción enorme. Me dejo la piel porque me apasiona lo que hago, lo siento, e inevitablemente, eso se nota en el resultado.

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