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¡Me encanta la política!

Bueno, por lo menos iremos a la recepción de la caseta de la SER con todo el mundo en su sitio. Griñán (todos lo reconocen y algunos a su pesar), ha estado a la altura de lo que una comunidad madura y próspera como Andalucía demandaba de un presidente...

el 16 sep 2009 / 01:45 h.

Bueno, por lo menos iremos a la recepción de la caseta de la SER con todo el mundo en su sitio. Griñán (todos lo reconocen y algunos a su pesar), ha estado a la altura de lo que una comunidad madura y próspera como Andalucía demandaba de un presidente.

Hace años que ni me planteo lo de la imparcialidad, la equidistancia y la neutralidad ni se la pido a nadie. Porque todos sabemos dónde estamos y sólo pequeños matices imperceptibles al lector no avisado nos permite saber, de verdad, qué pensamos del adversario o del amigo. Como llevo más de veinte años ininterrumpidos (que son muchos) votando a los socialistas, tengo descontada la demonización de los que les gustaría o que estuviera callado o que volviera a los años jóvenes que compartí con un también joven Javier Arenas. Se lo dije a su cuñado una vez que se atrevió a llamarme pesebrista del PSOE: "tú naciste en un pesebre, muchacho".

Pero escribo con desahogo de las pocas cosas que sé y de las muchas que la realidad me permite analizar. Y no se me ocurre pensar que sigo siendo el que era y me da horror imaginar cómo sería mi vida si así fuera, libre como estoy de prejuicios, de dogmas humeando naftalina y de ese entripado que sufren los que ven pasar los años sin que ganen los suyos.

Que nadie se altere, pero Griñán arrasó a Valderas, que es un noble comunista pero para liderar un grupo no basta el nombramiento. Y el que parecía cansado, paradigma del dejá vu, reiterando lo que ya sabemos?y los andaluces en general, fue Arenas. Tengo prejuicios para hablar de él.

Aunque cuando le veo me resulta irreconocible aquel joven líder centrista que es ahora un político conservador, coriáceo, cincuentón que debe inspirar temores fundados más entre los suyos que entre los otros. Y Griñán tocaba fibras que a gente experta como yo, modestia aparte, nos evidenciaba que ese es el tipo de político que deseábamos y que no queremos que se equivoque más de lo inevitable.

Lo de Rosa Aguilar ha dado dimensión nacional a su gobierno y la vuelta de Mar Moreno da para mucho análisis. Mayoría, de nuevo, de mujeres y tres años por delante. IU a recomponer sus fuerzas y Arenas a pensar que por ahí se vuelve al mismo sitio en el que ahora está.

Abogado

crosadoc@gmail.com

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