Gonzalo Fleitas de Miguel (Sevilla, 1979) se dio a conocer hace un par de años con El abrazo del alma, novela con la que obtuvo el premio Marca de novela deportiva. Ahora regresa a la narrativa con una obra muy distinta, tanto en su contenido como en su edición: El ladrón de suspiros, un thriller de alta graduación erótica, es su primera obra de puro entretenimiento, y su primer trabajo autopublicado.
No encontré editor y, guiado por un simple deseo de experimentar y por la fe en las nuevas tecnologías como vehículo para superar la intermediación de las editoriales, me lancé a autopublicarme, explica el autor, quien valora su experiencia con pros y contras: Es una oportunidad para un autor novel, estoy contento y ahora lo que espero son las primeras opiniones de los lectores, agrega.
A modo de resumen tratando de no estropear ninguna sorpresa al público puede decirse que El ladrón de suspiros narra la peripecia de Ángel Carvajal, un personaje no del todo simpático, que se ve envuelto en un enredo en el que tendrán su protagonismo una misteriosa mujer y un inquietante sanatorio de juguetes, todo ello desarrollado en una espiral obsesiva que intenta atrapar al lector desde la primera página.
Lo que más he querido trabajar ha sido la atmósfera, quería que todo se impregnara de la misma sensación de desasosiego, comenta Fleitas. Respecto a la trama, sólo puedo decir que lo primero que tuve en la mente fue lo último que se cuenta en la novela, así que fui trabajando hacia atrás, añade el autor.
Cuando se le pregunta si el morbo de esta obra tiene algo que ver con la moda de novelas tipo Cincuenta sombras de Grey, se sonríe: Lo terminé hace tres años y medio, así que esa moda no ha podido influirme. Por otro lado, ha sido un trabajo de poda muy intenso, no quería que fuera uno de esos libros a los que les sobran 150 páginas, así que estuve trabajándolo hasta que estuvo en su punto, asegura.
Y aunque leyendo El ladrón de suspiros cabría relacionar al autor con otros escritores como Enrique Vila-Matas, Rafael Reig o el último José Ovejero, Fleitas reconoce en seguida que leo menos de lo que debiera, soy más de lo audiovisual y las historias que escribo, necesito tenerlas siempre antes en la cabeza como imágenes. Me inspiro más en películas o en series que en libros. Tengo influencias muy distintas, como Mientras duermes o Match point, aunque también asumo mi deuda con gente como Juan José Millás, dice.
No es una historia convencional ni sencilla, advierte, al fin, Gonzalo Fleitas. La invitación es a que el lector se adentre en ella, puede o no creérsela, hay de hecho una parte imaginaria en la que nunca se sabe si el personaje está en un plano real o imaginario, si está cuerdo o no... Pero en eso consiste el juego.
No podemos terminar la entrevista sin preguntarle al autor por las citas que encabezan cada uno de los capítulos, todos ellos fragmentos de repertorios carnavalescos. Soy muy carnavalero, y éste era un modo de hacer un tributo personal, explica. Frente a todos los prejuicios que rodean al carnaval de Cádiz, yo reivindico las letras que tienen calidad y profundidad. Lo hice en mi primera novela, y vuelvo a hacerlo con esta, creo que funciona, apostilla.
