Manolo Jiménez no se quedó "nada satisfecho" tras el empate de su equipo ante el Betis, aunque destacó que al menos su equipo no perdió e incluso reclamó dos penaltis "clamorosos", uno a Acosta y otro Adriano. Con respecto a los cambios del once, el técnico todo lo explica con el cansancio.
Como no podía ser de otra forma, la comparecencia del entrenador del Arahal comenzó con preguntas sobre su sorprendente once inicial. Jiménez lo achacó todo al "cansancio" y al enorme "desgaste" que sufrieron sus jugadores en el partido ante el Salzburgo, a pesar de que la semana pasada opinó que no se podía hablar de cansancio a estas alturas de temporada: "Nosotros jugamos el jueves, el Betis, no.
Hemos refrescado la plantilla porque veníamos de un partido hace tres días y tenemos otro el miércoles", expuso el entrenador sevillista, que recordó que toma decisiones arriesgadas porque para eso le pagan: "Si hago muchos cambios porque los hago, y si no los hago porque no..., la decisión al final es mía, para eso soy el entrenador, me pagan por arriesgar. Yo tengo que sacar el máximo rendimiento a esta plantilla y he decidido hacer estos cambios para enfrentarnos a un equipo que nos tenía muchas ganas".
En cualquier caso, al margen de la alineación, dijo sentirse "nada satisfecho" por haber dado "tantas facilidades en la primera mitad". "No estoy contento con el empate, pero también hay que ver lo que hace el rival. El Betis ha hecho un equipo para estar arriba y tiene un gran entrenador. No me sorprende que nos haya hecho frente", agregó.
"No hemos perdido -continuó-, pero quizás debimos ser más ambiciosos, como en los últimos 25 minutos. Hemos ido de menos a más. Lo que hicimos en los últimos 25 minutos debimos de haberlo hecho antes, desde el comienzo, porque nuestra intención era la de puntuar".
Con todo, apuntó Manolo Jiménez que el Betis acabó "pidiendo la hora" y lamentó que "no se pitaran dos clamorosos penaltis, uno a Lautaro y otro a Adriano, que hubieran cambiado el partido".