Cofradías

Medalla de Oro para la Esperanza de Triana

El alcalde impone la distinción a la Virgen, que la lucirá en la Madrugá.

el 27 mar 2010 / 21:33 h.

La Esperanza de Triana luce desde ayer la Medalla de Oro de la Ciudad. El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, se la impuso ayer en la capilla de la calle Pureza. La Virgen, ubicada ya en su paso, lucirá esta esperada distinción de Sevilla la próxima Madrugá. Es la cuarta imagen de la Semana Santa que reciba la Medalla de Oro, tras la Virgen de los Reyes (patrona de la archidiócesis, en 1958), la Esperanza Macarena (1972) y el Gran Poder (1995).

El hermano mayor de la hermandad, Adolfo Vela, con emoción, recordó cómo hace casi 26 años, cuando se produjo la coronación canónica pontífica de la Esperanza de Triana, "el pleno del Ayuntamiento debatió la concesión de esta Medalla de Oro, sin embargo, por motivos que no conviene recordar, esta opción fue rechazada. La decepción de entonces es resarcida hoy tras largos años de espera", sentenció.

La Virgen trianera recibió en 1983 una réplica de la concedida al Consejo de Hermandades y Cofradías. No pudo recibir la medalla, el año anterior a su coronación, porque el Reglamento Municipal de Honores y Distinciones limitaba la concesión de la Medalla a personalidades físicas y jurídicas.

La Medalla de Oro fue concedida ayer a la hermandad pero impuesta a la Virgen, como aclaró Sánchez Monteseirín, quien dijo que "no se concede a la hermandad por su carácter religioso sino en reconocimiento a su labor por el bien de la ciudad, en especial, por los sectores más desfavorecidos".

La emotiva ceremonia contó con una capilla repleta en su interior mientras que a las puertas, en plena calle Pureza, se agolpaban, expectantes, unas 300 personas, siguiendo o intuyendo el acto desde fuera. Entre los asistentes había representantes de todos los partidos del Consistorio, salvo IU.

Todo comenzó con una puntualidad exquisita como para no hacer esperar a la Virgen, y a las 12.30 la Banda Municipal de Sevilla hizo sonar el himno de Andalucía. En seguida, para sorpresa de algunos asistentes, las notas de la banda sonora que Ennio Morricone compuso para la película de La misión, una composición que también cerraría el solemne acto.

En su alocución, Adolfo Vela recordó una anécdota sobre el rey Balduino de Bélgica para explicar el amor y la devoción a la Virgen trianera. "Al rey le gritaban ¡Viva el Rey! pero también ¡Viva la Reina!, a pesar de que ésta no se encontrara. Una vez, alguien quiso saber por qué, y le respondieron: Porque al Rey le gusta. Pues a nuestro Rey, a Cristo Rey le gusta que agasajemos a su madre, a Nuestra Señora". Así se explica por sí mismo la devoción por la Esperanza.

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