Economía

Medio siglo para el rombo

"Nos vemos dentro de otros 50 años". Y se sucedieron los aplausos. Aunque la sala estaba repleta de trabajadores veteranos, algunos ya jubilados, otros en camino, no fue ninguno de ellos quien expresaba en voz alta el deseo de todos. Fue Cándido Rincón, uno de ésos que ha conseguido bajar la media de edad de la plantilla de Renault en San Jerónimo en los últimos años de los 52 a eso de los 35. Foto: Javier Díaz.

el 15 sep 2009 / 18:23 h.

"Nos vemos dentro de otros 50 años". Y se sucedieron los aplausos. Aunque la sala estaba repleta de trabajadores veteranos, algunos ya jubilados, otros en camino, no fue ninguno de ellos quien expresaba en voz alta el deseo de todos. Fue Cándido Rincón, uno de ésos que ha conseguido bajar la media de edad de la plantilla de Renault en San Jerónimo en los últimos años de los 52 a eso de los 35.

Sin catastrofismos, pero con la lógica incertidumbre, el acto de celebración del cincuenta aniversario desde que comenzaran a fabricarse en Sevilla las primeras cajas de cambios -se estrenó con caja tipo 289, para el Renault Dauphine-, estuvo marcado por las turbulencias que están azotando a la industria automovilística mundial y a las que Renault no es inmune.

El medio siglo que se conmemoraba el viernes en la factoría sevillana, y por el que se distinguieron a trabajadores -en representación de sus oficios-, a instituciones públicas como la Consejería de Innovación y el Ayuntamiento de Sevilla, así como al presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla (quien no pudo asistir) por su apoyo a la factoría de San Jerónimo, sirvió de paréntesis de una crisis que lo envuelve todo.

Hubo tiempo de mirar atrás, de la mano del primer director de la fábrica de cajas de cambios, Manuel Galnares Fernández (hijo de uno de los fundadores, Fernando Medina y Francisco Galnares), quien, sin pretenderlo, dibujó cómo de un escenario de dificultad surgieron nuevas posibilidades que desembocaron en lo que hoy es Renault Sevilla.

Es lo que ocurrió con la empresa Industrias Subsidiarias de Aviación (ISA), que nació para atender la ausencia de una industria auxiliar para el sector aeronáutico que suministrara a la Hispano-Aviación y Construcciones Aeronáuticas (CASA). Pero fruto de la crisis que atravesó el sector tras la II Guerra Mundial -relató- "ISA decidió abrir nuevos caminos y empezó a hacer motores para motocicletas" y conjuntos básicos de transmisión. El salto a las cajas de velocidades llegó en 1956 con un acuerdo con Fasa Renault y dos años más tarde salía la primera caja.

Desde entonces, son casi 19 millones las unidades fabricadas en San Jerónimo, la mayor planta por capacidad de producción del conjunto de las del grupo francés, que exporta el 80% de su producción.

Hoy, medio siglo después, el actual director, François Frenette, instó a capear el temporal de la crisis "adaptándonos rápidamente al ritmo de los mercados para garantizar el futuro de nuestra empresa" y pidió la ayuda de los trabajadores.

Éstos aprovecharon la visita del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y del delegado municipal de Economía y Empleo, Jon Ander Sánchez, para trasladarles directamente su preocupación por la situación. Las palabras del regidor en el acto fueron recibidas con esperanza por su defensa de la flexibilidad pero "no a costa de los derechos sociales ni laborales".

La silueta del nuevo modelo Megane, que el grupo lanzó el viernes y al que la factoría sevillana suministrará el 90% de las cajas de velocidades, daba la bienvenida a los asistentes al acto de cincuentenario. Y en él están puestas muchas esperanzas, aunque subyace el temor a que la actual coyuntura ensombrezca las expectativas de sus ventas.

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