Medio siglo, toda una vida

La asociación Amigos de Écija organiza un concierto para celebrar la efeméride del cincuenta aniversario del popular barrio de la ciudad astigitana

La barriada San Francisco de Écija está de cumpleaños. El próximo mes de noviembre, el barrio, conocido popularmente como las Casitas de Pinichi, cumple 50 años de vida, aunque la Asociación de Amigos de Écija ha decidido celebrar la fiesta de cumpleaños con algunos meses de antelación. Lo hicieron ayer con un concierto nocturno al aire libre para los vecinos de este popular barrio, a cargo de la Unión Musical Astigitana. Pero los vecinos han hecho algo más que deleitarse con la música. De la mano de Amigos de Écija, promotores de la celebración de la efeméride, han colaborado en la limpieza de la barriada, para que luzca en su 50 aniversario. La de los vecinos de las Casitas de Pinichi ha sido una tarea complementaria a la de los operarios municipales que han adecentado el barrio, pintado muros y arreglado jardines. «Hemos hecho partícipes a los vecinos del cuidado de su barriada», se ufana el vicepresidente de la asociación cultural, Juan Méndez, que reconoce que no les ha costado demasiado. «No ha habido que convencerles de que echaran una mano, casi ha salido de ellos mismos, han ido haciendo cada uno lo que han visto oportuno». «Es importante que se haga esta labor, que los vecinos sientan como suya una barriada que es de las más populares de Écija», destaca Méndez, que enfatiza el carácter de barrio popular de Pinichi. También revela el directivo de Amigos de Écija detalles y anécdotas de la barriada, «como el hecho de que sus casitas no pudieran ser ocupadas por gentes de mal vivir», como rezaba el convenio para su construcción. Relata Méndez cómo, concluida la Guerra Civil, se iniciaron tímidamente algunos planes de viviendas sociales de iniciativa pública, que llevaron a cabo organismos ya extinguidos, como el Instituto Nacional de la Vivienda, la Obra Sindical del Hogar, la Administración del Patrimonio Social y Urbano, la Dirección General de Regiones Devastadas, la Delegación Nacional de Sindicatos y otros de iniciativa municipal. «Estos organismos, aprovechando distintos baldíos, ejecutaron diferentes núcleos de viviendas unifamiliares adosadas, como los grupos General Mola y Queipo de Llano, el Grupo San Pablo y otros», señala. En los 50 se inicia la construcción de viviendas plurifamiliares o pisos, como el grupo Santa Ana, cuya entrega de títulos se llevó a cabo el día 13 de marzo de 1960 y posteriormente, en los años sesenta del pasado siglo, el grupo de viviendas de San Hermenegildo, popularmente conocido en Écija como Las Doscientas. Con la publicación del Decreto Ley de 8 de marzo de 1962, se construyen los denominados grupos U.V.A., viviendas del mismo diseño y calidades, todas idénticas, unifamiliares de dos plantas con 70,26 metros cuadrados, pensadas para albergar provisionalmente a familias en situación extrema. En Écija se construyeron, extramuros de la ciudad, y en el lugar conocido como Pinichi, un total de 148 alojamientos para ser cedidos a los beneficiarios a título de precario. El barrio se llamó entonces Beato Francisco Díaz, pero para siempre se les bautizó como Casitas de Pinichi. El 22 de julio de 1964, el Instituto Nacional de la Vivienda y el Ayuntamiento de Écija, suscribieron un convenio para la utilización y conservación de la barriada. El consistorio asumía la administración del conjunto y también se encargaba de proponer las familias que iban a ocupar los pisos, directamente afectadas por la situación de necesidad, pero dejando expresamente claro en el convenio que “serán excluidas de la adjudicación, y por tanto no podrán ser beneficiarias, las personas que lleven vida de grave escándalo público, puedan ser estimadas en el concepto legal de vagos y maleantes, o no tengan medios de vida conocidos”. La entrega de las llaves a las 148 familias seleccionadas se efectuó en el salón de plenos del Ayuntamiento de Écija, en el mes de noviembre de 1964, contando con la presencia del Ministro para Sevilla, Pedro Gual Villalbí y el Gobernador Civil, José Utrera Molina. Desde el Ayuntamiento se desplazaron autoridades provinciales y locales, a la nueva barriada, donde el arcipreste procedió a su bendición. M. RODRÍGUEZ Las casitas de la barriada ecijana de Pinichi cumplen 50 años. EL CORREO Fotografía del barrio de Pinichi en los años sesenta

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