En plena vorágine para certificar su retorno a Primera, el Real Betis continúa sumido en el diseño del plan del ejercicio 2010-11.
El club, ante la incertidumbre en la clasificación, ha organizado diferentes organigramas en función del estatus que asuma la dirección deportiva en materia económica.
Si el plantel de Víctor Fernández obtiene el pasaporte a la máxima categoría habrá una mayor libertad en el capítulo de fichajes, aunque la continuidad en las catacumbas originaría una grave reducción en la inversión para contribuir a incrementar la calidad del plantel.
Sin embargo, algunas negociaciones se han acelerado en los últimos días en La Palmera.
En el capítulo de altas, el xerecista Jerónimo Figueroa, Momo, continúa tratando de anular su cláusula de renovación con el Xerez, en el que continuará el próximo episodio liguero tras haber disputado 25 encuentros de Liga, la cifra que propiciaba automáticamente la prolongación de su vinculación contractual.
El centrocampista acordó con el técnico azulino, Néstor Gorosito, y el asesor presidencial, Federico Lussenhoff, la invalidez del contrato primitivo, aunque el administrador concursal de la entidad de Chapín, Jesús Rodríguez, anuló la decisión y ha precipitado el regreso al punto original de las conversaciones.
Momo, que aún no ha firmado un nuevo contrato de representación tras romper con su agente, el asturiano Joaquín Secades, dialogó ayer con El Correo sobre su situación actual.
El jugador, que debería abonar 200.000 euros para abandonar Jerez si finalmente no se deroga el punto de los 25 partidos, es consciente "de la dificultad" de un posible acuerdo con el Betis si su fichaje no se concreta a coste cero para el consejo de administración heliopolitano.
"Ya había un pacto entre Gorosito, el club y yo para que se quedara sin efecto la cláusula, pero los administradores concursales ya dijeron que no era posible", explicó ayer a este medio.
El de Las Palmas no fue citado por el entrenador azulino para el encuentro ante el Barça en el Nou Camp. "Decidió no llevarme porque tenía la cabeza en otro lado y, aunque ese partido me hacía especial ilusión, respeto totalmente lo que él hizo", expuso.
Interrogado sobre si la ausencia de un representante podría afectar de forma decisiva a su incorporación a las filas del cuadro de las trece barras, Momo fue tajante.
"Por supuesto. Precisamente por eso estoy intentando dejar roto mi contrato con Secades", dijo. "Hasta que no firme con un mediador nuevo no sabré nada nuevo de mi futuro, y de allí lo último que me dijeron es que había interés, pero nada más", concluyó.
Y si Momo está buscando una solución a su conflicto laboral para recalar en Heliópolis, el turco-brasileño Mehmet Aurelio está gestionando su posible incorporación a las filas del Galatasaray, según anunció ayer en su edición digital el rotativo Milliyet.
El técnico del conjunto otomano, el holandés Frank Rijkaard, ha solicitado su fichaje al presidente de la entidad, Adnan Polat, según las informaciones ofrecidas por el especializado portal.
Mehmet ya había expresado el pasado verano su deseo de regresar a su país natal, aunque aún no habían cristalizado las conversaciones que se iniciaron en agosto y que se agilizaron nuevamente en el mercado de invierno.
Según Milliyet, el agente del jugador, Bayram Tutumlu, viajó a finales del pasado mes de marzo a Estambul para reunirse con los gestores del Galatasaray, que, según las mismas fuentes, ya pactaron las condiciones del contrato.
Mehmet sería uno de los miembros mejor pagados del Gala, pues se embolsaría 1,2 millones de euros por temporada.
