La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla están en este momento comprometidos en la erradicación del asentamiento chabolista de El Vacie, con una inversión inicial de 3,4 millones de euros. Sin duda, el compromiso merece seguimiento y exigencia de cumplimiento por parte de la oposición, pero está claro que es ahora y no antes, cuando las administraciones se han puesto en serio a trabajar en aquel lugar, por ejemplo, preparando a las familias para que cuando salgan del El vacie no sean reconocidas como personas que estuvieron allí y, por tanto, puedan ser rechazadas, sino que sean admitidas como familias dispuestas a vivir en la exigencia de las normas de convivencia de comunidades y barrios. Es la primera vez que se intenta algo así en los 75 años de vida El Vacie, un lugar que parece que ahora sí despierta el interés de muchos, de lo que hay que alegrarse porque será mejor para que las cosas se hagan bien. Sólo que algunos gestos parecen cogidos por los pelos y algo, cuanto menos algo, marcados por el oportunismo.
No sé si ocurre eso con el gesto del parlamentario de IU Juan Manuel Sánchez Gordillo que ha girado una visita al Vacie?con fotógrafos. Si lo que quería el señor Sánchez Gordillo era saber qué se hace y que falta por hacer y una vez sabido, poder aportar algo para que las cosas se hagan de la mejor manera y con los mejores resultados, podía haber imitado a la Junta y al Ayuntamiento que decidieron, cuando se comprometieron en el plan de erradicación de El Vacie, a trabajar lo más discretamente posible, precisamente porque entienden que para cumplir el plan, lo mejor es la discreción, la ausencia de gestos para la galería que los distraigan de lo importante. Es la hora de trabajar, no es la hora de las fotos.
Periodista
