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Mel contra el equipo que le debe dos favores históricos

Como jugador lo salvó de un descenso a Tercera y como entrenador, de un descenso a Segunda B.

el 31 mar 2013 / 00:49 h.

También el entrenador del Betis pasó sus apuros con la sorpresa del gol gerundense.El Betis recibe mañana al Getafe en un duelo directo por Europa, el cuarto en cinco jornadas para el equipo de Pepe Mel, y parece un buen día para que el ahora entrenador verdiblanco pida a su contrincante la devolución de un par de favores que él le hizo en su día, ambos importantísimos para la historia del club azulón. Tiene Mel en su pasado un doble capítulo como profesional del Getafe, el primero como futbolista y el segundo como entrenador, y en ambos resultó fundamental para evitar dos descensos. Con la excepción del histórico Felines, en Getafe aún es muy apreciado el míster madrileño. El primer episodio de Mel en la nómina del Getafe CF ocurrió en la recta final de su carrera como futbolista, en la temporada 97-98. Mel, que ya tenía 34 años, había dejado el Betis cuatro antes y en medio había pasado por el Granada. El conjunto madrileño militaba entonces en Segunda B, acababa de demoler el estadio de Las Margaritas y era un serio aspirante para bajar a Tercera, pero Mel demostró que la edad no había perjudicado su instinto goleador y anotó la friolera de 25 dianas. El Getafe salvó la categoría y al año siguiente, ya sin Mel en sus filas, subió a Segunda por segunda vez en su historia. El ahora técnico verdiblanco no tardó mucho tiempo en regresar a su tierra. Consiguió el carnet de entrenador, se fue forjando en castegorías menores, debutó en Primera en el banquillo del Tenerife y en enero de 2003, cuatro años y medio después de su adiós al ya equipo del Coliseum, Ángel Torres lo llamó para relevar a Felines. Mel fue el primer entrenador fichado por el presidente del Getafe, que había debutado en el cargo el año antes. Como queda dicho, el nuevo míster era un hombre querido en la localidad madrileña y su llegada fue bien recibida por casi todos. La excepción más reseñable fue la de su predecesor, Felines, que se quedó así de a gusto cuando le pidieron una valoración del cambio en el banquillo:“Ese señor no ha mostrado ninguna dignidad y su comportamiento no ha sido ético. Hay que denunciar actitudes como la suya para que todo el mundo sepa quién es cada persona. Es normal que un técnico en paro vaya a ver fútbol, pero no que se quede dos horas en el hall del estadio para que lo vean los consejeros. Se suele llamar trepa o buitre a ese tipo de personas”, dijo. Mel evitó la polémica, consideró normal el fichaje y recordó que a él le había ocurrido lo mismo en el Tenerife con Javier Clemente. En aquel momento, tras 19 jornadas, el equipo azulón iba cuarto por la cola en Segunda y estaba en puesto de descenso a Segunda B. Mel lo hizo reaccionar tras un principio dudoso (victoria ante el Salamanca y derrotas con el Córdoba y el Levante) y acabó su parcial de 23 jornadas con ocho triunfos, ocho empates y siete derrotas. El Getafe pasó de decimonoveno a undécimo y se salvó con cinco puntos de holgura. Aun así, Mel no siguió y se fue al Alavés. Parte de la deuda contraída por el Getafe con Mel quedó satisfecha hace dos años, en esa eliminatoria de Copa que el Betis de Segunda resolvió con brillantez en el Coliseum, donde ganó 1-3 y remontó el 1-2 de la ida. A Mel se le da bien su exequipo desde que cerró su particular historia allí. Se ha enfrentado siete veces y su balance es de tres victorias, dos empates y dos derrotas.

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