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Mel contra el miedo y la inseguridad

LA CONTRACRÓNICA. La derrota en Lyon fue intrascendente, pero no lo es tanto que el equipo verdiblanco sea incapaz de finiquitar su costumbre de perder.

el 28 nov 2013 / 23:16 h.

Cedrick trata de irse de un defensor francés. Cedrick trata de irse de un defensor francés. Lo bueno de perder un partido como el que el Betis perdió contra el Olympique de Lyon en Gerland es que la derrota no representará ningún trauma ni inclinará el debate sobre el estado de la nación verdiblanca en general y de Pepe Mel en particular. Por varias razones: una, el 4-0 del derbi está tan próximo y el dolor es tan grande que el posible disgusto por un 1-0 en Francia, a su lado, es como comparar un constipado con un cáncer; dos, el resultado no perjudica la clasificación del equipo para las eliminatorias directas de la Liga Europa; y tres, la preocupación de los aficionados en estos momentos se reparte entre la última posición de los suyos en la Liga y el partido contra el Rayo, así que lo que sucediera en Lyon, salvo debacle monumental de los hombres de Mel, rozaba la intrascendencia más absoluta. Dicho lo cual, el Betis perdió, para variar, como casi siempre esta campaña, y lo malo es que eso no es ningún tipo de noticia, lo cual supone a la misma vez, paradójicamente, una noticia muy mala, manquepierdas al margen. Cuando un grupo de futbolistas se acostumbra a perder (contra su voluntad, se entiende), lo normal es que se deje en el camino una de las virtudes fundamentales que se les presupone a esos profesionales: la confianza. En el caso del Betis, lo normal también es que desaparezca una de sus virtudes básicas desde que tiene al entrenador que tiene: la valentía. Por eso este Betis que no juega nada bien pero avanza en Europa mientras juega bastante mal y vaga sin alma ni puntos por la Liga es ahora mismo un equipo dominado por la inseguridad y el miedo. ¿Cuántas veces, si no, se ha visto al Betis de Mel comprimido en veinte metros a contar desde la frontal del área propia en un minuto cualquiera de la primera parte? Sin que delante estuviese el Barça de Messi o el Madrid de Mourinho, claro, y con todos los respetos para el Lyon de Lacazette y Grenier, buenos elementos, sí, pero... El miedo y la inseguridad, que en el césped son endeblez mental y tendencia al temblor de piernas, imperan en el vestuario verdiblanco. En otros tiempos no tan lejanos, Mel dispuso de una psicóloga para tratar de que los futbolistas superasen traumas y trances así. Ahora está solo. O se multiplica y obra el milagro o...

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