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Mel contra el Rayo, una deuda pendiente

El técnico, ídolo en Vallecas, también es acreedor del club franjirrojo, que le debe casi 200.000 euros.

el 13 mar 2012 / 20:32 h.

El Rayo Vallecano-Betis del sábado supondrá el regreso de Pepe Mel a su otra casa. No sólo es que vuelva a Madrid, donde nació. Es que retorna a Vallecas, a un estadio donde jugó como local durante tres temporadas y media, a un club al que defendió en 169 partidos oficiales y al que ascendió a Segunda. El ahora entrenador verdiblanco es el técnico que más veces se ha sentado en el banquillo franjirrojo y es todo un ídolo en el barrio. Para él, el Rayo no es una asignatura pendiente. Aunque sí es una deuda pendiente. Y además es literal, porque Mel figura entre los más de 300 acreedores de la entidad que en su día dirigió la familia Ruiz-Mateos. El conflicto económico no tiene nada que ver con el deportivo, así que se da por hecho que el míster heliopolitano volverá a vivir momentos muy emotivos en el estadio de la avenida del Payaso Fofó, pero lo cortés no quita lo valiente.

La cantidad, además, no es desdeñable en estos tiempos que corren. El Rayo debe la friolera de 195.569,40 euros a Mel, según consta en el listado de acreedores que los administradores concursales depositaron en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid hace tres meses. No se trata del principal acreedor del club capitalino, y de hecho en el Betis hay dos futbolistas a los que debe más (ver la información inferior), pero es un pico y Mel, encima, vio cómo su actual club también le recortaba lo firmado con Luis Oliver en su primera renovación. Huelga decir que, como ocurre en todos los concursos de acreedores, Mel no cobrará esos casi 200.000 euros sino menos, y a saber en qué plazos. La deuda del Rayo, por cierto, ronda los 35 millones de euros.

Para ser sinceros, a Mel le persigue cierto infortunio al respecto, ya que no sólo es acreedor del Rayo. También lo es del Betis, y así figura en el listado elaborado por Antonio Jesús González, Francisco Tato y Gerardo Narbona. El entrenador tiene pendiente de recibir un poco menos que del Rayo, en concreto 158.333,333 euros, 151.396,13 en un crédito con privilegio general y 6.937,20 en un crédito con privilegio especial.
historia de dos equipos. Está claro que el Rayo y el Betis son los dos clubes de la vida de Pepe Mel. Su afinidad por lo verdiblanco es conocida, data de los tres años que pasó en Heliópolis como jugador y se ha agrandado en su etapa de entrenador después de conseguir el ascenso a Primera. El amor, además, es correspondido y la empatía del beticismo con el míster, ya amplia en su ciclo de jugador, ha tornado en idolatría a raíz del éxito deportivo de la pasada campaña.

El Rayo entró en la vida de Mel en el verano de 2006. Míchel terminó la temporada 2005-06 en la quinta posición del grupo I de Segunda B, sin derecho siquiera a disputar las eliminatorias de ascenso, y el club presidido por la esposa de José María Ruiz-Mateos decidió relevar al técnico y dar una oportunidad a Mel. En aquel primer curso como rayista, el preparador condujo a los suyos a los octavos de final de la Copa y a la final de la promoción de ascenso, pero el camino hasta la categoría superior fue frustrado por el Eibar. Las lágrimas de Mel en el estadio de Ipurua son una de las estampas más frecuentes en el ideario contemporáneo del Rayo.

En la campaña 2007-08, el futuro entrenador del Betis brindó al Rayo el ascenso que no pudo llegar el año antes. Líder del grupo I al final del curso regular, el conjunto franjirrojo pasó por encima del Benidorm primero y del Zamora después en las eliminatorias. A esas alturas, Mel ya era ídolo en Vallecas. Y su reencuentro con la división de plata no hizo más que mejorar su posición, ya que el Rayo se convirtió en la revelación del campeonato y terminó quinto. Y su portero, Cobeño, ganó el Zamora, todo un hito para un técnico de ideas tan ofensivas.

La 2009-10 fue la última temporada de Mel en el Rayo. El club se autopresionó con el ascenso como objetivo y el esfuerzo extra en la Copa (eliminó al Athletic y alcanzó los octavos) acabó de hundir al equipo y a su míster, destituido tras 24 jornadas. "Ahora soy un aficionado más que espera con ilusión la victoria de nuestro equipo. [...] Ahora puedo deciros con el alma rayista que vuestro afecto tiene para mí el valor de un tesoro, el tesoro de saber que me consideráis uno de los vuestros", escribió Mel a la hinchada del Rayo a modo de despedida.

Y CASI 700.000 EUROS A RUBÉN CASTRO Y AMAYA

Pepe Mel no es ni el único exrayista ni el único acreedor del Rayo Vallecano que hay en la plantilla del Betis 2011-12. Tres futbolistas que ahora defienden las trece barras defendieron en su día la franja roja: Rubén Castro, Antonio Amaya e Iriney. Y dos de ellos, los dos primeros, también aparecen en el concurso de acreedores que el club madrileño solicitó en junio del año pasado.

Las cifras son bastante mayores que la de Mel, dicho sea de paso. A Rubén Castro, que sólo trabajó para el Rayo una temporada, la 2009-10 (fue el pichichi, con 14 goles), le deben 317.077,56 euros. En el caso de Amaya, que estuvo allí entre 2004 y 2009 y de nuevo en la 2010-11 (cedido por el Wigan), la deuda asciende a 369.968,12 euros. En total, casi 700.000 euros, que no está mal. Se trata de créditos reconocidos para estos dos jugadores que en el Rayo coincidieron con Mel pero no entre ellos.

El único de los exrayistas del Betis al que su antiguo club no le debe nada es Iriney, que salió de Vallecas y resolvió todos sus asuntos mucho antes de que se acogiese a la Ley Concursal. El hispanobrasileño fue asalariado de los Ruiz-Mateos entre 2002 y 2004. En cambio sí es acreedor del Betis, que le debe 833.525,36 euros, una barbaridad. 

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