El entrenador del Real Betis, Pepe Mel, se congratuló del triunfo en La Rosaleda ante el Málaga por la elevada trascendencia del 0-2 y la imagen ofrecida por sus pupilos. "Estoy muy orgulloso de mis jugadores", indicó en su alocución. "Se le ha ganado a un equipo buenísimo, pero no quiero dejarme llevar por la euforia", dijo antes de referirse al objetivo de la salvación.
"Quiero dejar al equipo en Primera el 14 de mayo. Si lo consigo seré un tío feliz", subrayó antes de admitir que "ya al final sufrimos en las jugadas a balón parado". El madrileño justificó el nerviosismo en las acciones de laboratorio por la escasa altura de sus pupilos. "Ya se dijo. Somos el segundo equipo más bajo de Europa y en ese tipo de acciones sufrimos muchísimo. Pero influye el lanzamiento del rival y a ellos no les ha salido bien", añadió.
Y, según su criterio, "las cosas están saliendo bien". Sobre el orden y la disciplina que exhibió el conjunto verdiblanco, Mel señaló que "hemos estado serios".
"El fútbol es grande por estas cosas. El domingo pasado merecimos ganar 4-0 y hoy no", confesó. "Hemos tenido oficio y hemos sido solidarios. Este partido me ha recordado mucho al del Vicente Calderón", puntualizó.
Sobre las distancias con las plazas de descenso a Segunda División, el preparador hispalense subrayó que "seguimos a 7 puntos, que con el Zaragoza son realmente 8". "Estoy contento por cómo responden los jugadores", recalcó. Y al ser interrogado sobre si Miguel Guillén, el presidente del consejo, le había felicitado, el técnico del conjunto verdiblanco reseñó que "los que me dan de comer son los futbolistas".
"Cuando no creen en un entrenador se nota y estos se nota que están conmigo", se congratuló. "El vestuario es muy bueno. Ahora estamos para que el equipo siga en Primera y en esa misma línea vamos a seguir trabajando", zanjó.
