Pepe Mel, rodeado de varios de sus jugadores.
El entrenador del Betis, Pepe Mel, analizó ayer la crisis de su equipo y reiteró que la clave del problema se encuentra en la actitud de sus futbolistas después de eliminar al Getafe y competir con el Barcelona en la Copa del Rey. "Hemos dejado de hacer las cosas de forma pragmática, hemos olvidado que somos de Segunda y hemos querido hacer fútbol de Primera. Eso a lo mejor puede hacerse contra equipos de Primera, pero no contra rivales de Segunda", dijo el técnico madrileño, que recuperó el discurso con que se presentó ante el vestuario del Betis, allá por julio: "Uno de los motivos por los que hicimos una primera vuelta espectacular fue que desde la pretemporada dijimos que éramos un equipo de Segunda. Puede que se nos haya olvidado y que tanto elogio nos haya venido mal". De todas formas, en la línea de lo apuntado anteayer, Mel es optimista: "El Betis va a ascender conmigo como entrenador y con estos futbolistas, seguro. Sabiendo que somos un equipo de Segunda volveremos a la senda, no podemos perder los valores que nos hicieron ser el mejor equipo de la historia de Segunda en la primera vuelta. Si no competimos, somos del montón", espetó. Para eso se reunió con la plantilla tras el 1-4 ante el Elche, en su opinión una charla muy constructiva: "Hablamos todos y los jugadores se posicionaron también. Sabiendo todos dónde tenemos que mejorar se ha trabajado en ello y se han dejado claras las pautas a seguir", advirtió el míster, satisfecho con la respuesta de sus hombres: "El mensaje lo entendieron desde el martes. Cuando uno pierde cuatro partidos no puede quedarse en la mala suerte o los fallos arbitrales, hay que buscar más allá". Ellos han buscado... y han encontrado: "Creemos saber dónde está el error, pero decirlo es dar demasiadas pistas. Ojalá en verano os pueda dar mi versión de lo que ocurrió en enero y con una sonrisa", bromeó.
LAS CRÍTICAS, SÓLO PARA ÉL. Mel insistió en que las críticas deben ser para él, no para sus futbolistas. "Prefiero recibir todas las hostias yo porque no corro, no marco y no paro los goles. Pido a la gente que esté con los jugadores, no podían ser el 20 de enero los mejores y ahora una mierda. Prefiero que todo se individualice en mí", defendió el míster verdiblanco, que también trató otro asunto de moda: las famosas primas. "Ninguno de los que estamos aquí hemos venido por dinero. Si supiera que hay futbolistas que sólo juegan por dinero, conmigo no jugarían", advirtió.
El que no juega, pero por lesión, es Miguel Lopes, aunque el entrenador elogió su afán por regresar: "Está bastante mejor, necesita competir y vamos a intentar que lo haga cuanto antes. No está entre los que mejor se encuentran en estos momentos, pero avanza rápido".
Y quien no se sabe si va a jugar o no es Goitia. El entrenador, cuestionado ayer por el debate que han suscitado las últimas actuaciones de su portero titular, no aportó luz. "Tengo la obligación de poner el domingo a los que mejor estén, tanto física como mentalmente. Lo que está claro es que se han buscado alternativas. Hemos hecho partidillos, aunque a mí no me gustan y ya sabéis que nunca los hago, porque había gente que necesitaba jugar, ya que hace tiempo que no lo hacían", se limitó a contestar.
