Pepe Mel saluda a Jefferson Montero tras su cambio.
Pepe Mel era un hombre satisfecho tras la primera victoria del año y la tercera consecutiva para su Betis, aunque satisfacción no equivale a felicidad. "Los resultados de la jornada no han sido muy buenos para nosotros", comenzó diciendo el técnico verdiblanco, que en todo caso reconocía la calma que le proporciona esa amplia renta sobre el descenso, sobre todo con el calendario que se le avecina: "Podemos preparar el partido del Camp Nou con una semana de tranquilidad", admitió. Tranquilidad, que no relajación ni euforia. "No podemos pasar del blanco al negro ni del negro al blanco con tanta rapidez. Nuestra primera obligación es no descender. Hace un mes yo era muy malo, el equipo era una mierda y esto era un desastre. Hemos ganado tres partidos, que es muy difícil en Primera, pero debemos tener el sentido común y la humildad de pensar sólo en el siguiente partido", advirtió.También hubo quejas, por ejemplo sobre la puntería de sus hombres. "Si hubieramos hecho el 2-0 antes, estaríamos hablando de un resultado muy amplio y hubiésemos matado antes el partido. Los partidos hay que cerrarlos", indicó. Se le preguntó entonces por el que más falló, Rubén Castro: "Ha estado mas fallón que otras veces, pero han estado todos bien", respondió.
Mel también explicó que Santa Cruz y Juanma fueron sustituidos por prudencia. "A Roque se le ha reproducido el problema de la semana (molestias en un tendón de Aquiles) y Juanma se mareaba. Lo mejor era cambiarlos", dijo el míster, que por supuesto no realizó los cambios pensando en las próximas jornadas... o en el derbi. "El derbi nos pilla lejos y todavía pueden pasar muchas cosas", recordó.
