Pepe Mel, en la imagen durante un entrenamiento.
Por segundo año consecutivo, Pepe Mel clausurará la temporada con el sosiego que proporciona el deber cumplido antes de tiempo. "Los aficionados van a poder ver tranquilos los partidos del domingo, de los equipos que se juegan la vida, con una cerveza delante de la televisión. No sé cuánto hace que el Betis, en Primera, llega casi dos meses antes de que termine la competición con esta tranquilidad. Para nosotros es una satisfacción, era algo prioritario y gracias al trabajo silencioso de todos los empleados de la entidad se ha conseguido", resaltó ayer. "Podemos estar tranquilos con el año que hemos hecho", añadió.Tan relajado se encontraba el técnico en la última previa de la campaña que reconoció lo que todos sabían: "El partido que me motivaba especialmente ya pasó", confesó. Obviamente, se trata del derbi. "Ha sido la guinda. Me quedo con la sensación de pasear por la Feria con tranquilidad. No podemos dar alegrías en títulos, pero sí que dimos una gran alegría a la afición ganando el derbi", recordó. Comparada con aquel hito, la visita del Barça casi parece un choque menor. Pero sólo lo parece. "Este es un partido importante contra un grandísimo equipo y un entrenador espectacular con jugadores buenísimos. Los partidos contra el Barça son de goles y espectáculo. Puede ser un fin de fiesta bonito", auguró.
Además, sabido es que Mel admira muy mucho al Barcelona de Guardiola, como bien se dejó sentir en su alocución: "Deja una obra tremenda sobre el césped. Ha conseguido todos los títulos posibles para un gran club y ganando de una forma que a todos nos ha enamorado. Ha tenido la suerte de contar con tres de los mejores futbolistas del mundo", halagó.
En el Betis no están los mejores futbolistas del mundo, pero sí los mejores que podían vestir de verdiblanco. Algunos de ellos lo harán hoy por última vez y su técnico está dispuesto a recompensarlos: "Intuyo quién se puede marchar. Hay jugadores que se merecen el premio de despedirse de la gente en el campo. Tengo en la cabeza premiar a gente que se puede despedir tras el partido del sábado", adelantó.
En ese grupo no figura Rubén Castro, pero el canario es protagonista porque está empeñado en alcanzar los 15 goles. Le falta uno. "Debe seguir jugando con la naturalidad que tiene. Se lo dice un goleador viejo y retirado. El gol llega sólo, no hay que buscarlo con tanto ahínco", le aconsejó Mel, que aprovechó la coyuntura para advertir que "el Betis debe afrontar el partido como cada vez que juega contra el Barça". "Les vamos a poner en problemas e intentaremos que la gente se divierta en el último partido en nuestro estadio", sentenció.