"No merece la pena extenderse con el árbitro, perjudicaría a mi club, a mi equipo y a mí mismo. Imagino que todos los que intervienen en esto volverán a mirar el partido, porque ha habido cosas increíbles. En la primera parte hubo un partido bonito, de poder a poder, y en la segunda se acabó todo".
"Está claro que no hemos tenido suerte con Paulao y Perquis, lo más negativo es perder futbolistas y el cansancio que acumulamos, porque jugamos el sábado a las 6 en Málaga. Nada ha venido bien desde que se tuvo que suspender el partido y aceptamos pulpo como animal de compañía", dijo poniendo ironía y sarcasmo.
"Como me muerda la lengua me enveneno", añadió tras ser cuestionado por un periodista sobre su contención en el análisis. "Esto es así, vosotros podéis explicar lo que ha pasado y no os van a sancionar, a mí sí lo harían. Ha habido una jugada que era el 3-3 y sin embargo acabamos con nueve. Hace más de un año que no le pitan un penalti al Betis", subrayó el técnico madrileño, quien apuntó una reflexión acerca de todo lo que ha acontecido alrededor de este partido aplazado: "en el fútbol se pagan las cosas que se hacen mal. Ahora hay que mirar a Málaga, hacer recuento de la tropa y esperemos que los hados de la justicia estén equilibrados allí. Alfonso (Álvarez Izquierdo) es un buen árbitro y hoy no ha estado afortunado. El árbitro tiene derecho a estar mal, como nos pasa a todos", cerró.
