Pepe Mel se desgañita en la banda dando instrucciones a sus jugadores durante un partido en el Benito Villamarín.
Para bien, como al principio de la temporada, o para mal, como ahora, Pepe Mel es el principal responsable de lo que le ocurre al equipo en el panorama estrictamente deportivo, de manera que las críticas hacia el técnico madrileño han arreciado aprovechando la mala racha en la que está inmerso el Real Betis.Aun así, Mel aseguró ayer en los micrófonos de la Cope no sentirse cuestionado por el consejo de administración y estar convencido de que será capaz de enderezar la andadura del equipo. "La relación que tengo con Stosic, Gordillo, Guillén y Bosch es muy cordial. No he notado hacia mi persona ningún tipo de traba, siempre me he sentido apoyado por ellos y no tengo ningún tipo de problema. La solución está en el vestuario, somos nosotros los que tenemos que competir al máximo nivel, hacer los goles y salir a morder en cada partido".
Sobre las críticas que se han vertido en su contra, Mel explicó que las encaja "de la forma más natural posible, igual que cuando el 20 de enero era el mejor entrenador del mundo. Ahora que todo el mundo dice que soy muy malo y que hay que echarme, yo sigo mi camino normal", aseveró.
Para ello, el entrenador asegura sentirse impermeable ante las críticas. "Me da igual lo que digan. Si me distraigo por asuntos de fuera sí que voy a hacer las cosas mal. Tengo que trabajar mirando a los futbolistas e intentar que las cosas nos salgan mejor. No hace mucho vinimos de disputar treinta partidos a un gran nivel, en cinco hemos variado el rumbo ostensiblemente y eso es lo que me preocupa", concretó un Mel obsesionado con "meter al equipo entre los dos primeros".
El ex futbolista verdiblanco tiene total confianza en su capacidad para
sacar al equipo del bache en el que se encuentra. "Quedan diecisiete partidos y creo que sé hacer las cosas para sacar al equipo hacia adelante. Tengo una confianza total en mi trabajo, en el de mi cuerpo técnico y en el de mis jugadores. El mes de febrero está siendo desastroso en lo deportivo para el club y hay que intentar enderezarlo".
Sin duda, Mel es el que mejor conoce a la plantilla, y comentó ayer que los futbolistas también están preocupados. "Ellos son los primeros en sentirse mal por lo que está pasando. Están a muerte conmigo y yo con ellos. Tenemos un objetivo común y, por desgracia, ahora mismo las cosas no nos salen. El domingo es el momento de resurgir y volver a despertar", deseó.
Aunque no quiso excusarse únicamente en los problemas que vive el club, Mel sí dejó entrever que estos no ayudan en nada a conseguir el objetivo. "Mentiría si no dijera que es un momento difícil en muchas cosas, pero si fuimos capaces durante seis meses de dejarlo al margen, también tenemos que dejarlo ahora". En este sentido, cree que el punto de inflexión tuvo lugar en Granada. "Desde entonces no hemos tenido ninguna semana tranquila, todo han sido problemas. Tampoco estamos teniendo suerte con los árbitros, que nos han anulado tres goles legales. Seguramente si ganamos al Albacete el Betis respirará más tranquilo", auguró.