Emana y Miki Roqué, en el entreno matutino de ayer.
El Betis regresó a los entrenamientos ayer por la mañana y Pepe Mel se encontró con una muy buena noticia que quizás palió el desánimo provocado por la victoria del Celta, horas antes, y la consecuente caída de su equipo a la tercera plaza. La noticia es que los cuatro lesionados que estaban en la enfermería desde hacía semanas o meses pudieron ejercitarse con el resto de la plantilla. Los futbolistas, titulares todos, son Emana, Miki Roqué, Miguel Lopes y Momo. En los tres primeros casos, su presencia ante el Elche dependerá de cómo se vayan sintiendo a lo largo de los cuatro próximos días. El portugués y el canario, los que llevan más tiempo de baja, lo tienen por tanto más complicado.El técnico verdiblanco espera especialmente como agua de mayo a Emana, en vista del atasco que padece su ataque y los tres partidos que el Betis se ha quedado en blanco. El camerunés, lesionado dos veces en el mismo tobillo a lo largo de la temporada, no juega desde el día de Reyes, desde el partido copero en Getafe, y su ausencia ha coincidido con el bajón del Betis, que en este mes sin él ha desperdiciado toda su ventaja sobre Rayo y Celta.
Miki Roqué y Miguel Lopes también son esperados como un regalo del cielo por Mel, que ha visto cómo la acumulación de minutos y alguna lesión, por ejemplo la de Dorado, han derivado en un empeoramiento del nivel defensivo. El catalán, con una contractura, y el portugués, con una rotura fibrilar, tenían previsto reaparecer la próxima semana contra el Valladolid, pero igual adelantan los plazos, sobre todo el central, que sólo suma dos semanas de ausencia. Miguel Lopes, en cambio, lleva dos meses de baja (se lesionó contra el Córdoba, el 11 de diciembre del año pasado) y ahora debe recuperar la forma. El luso y Momo, ausente desde noviembre y operado de una tendinosis rotuliana en la rodilla izquierda a principios de diciembre, son los que menos opciones albergan de reaparecer este fin de semana.
En todo caso, la presencia de cuatro nuevos 'refuerzos' en el entrenamiento es un motivo de satisfacción para Mel e incluso para el resto de la plantilla. "Ha sido una alegría muy grande ver a los compañeros que hacía tiempo que no estaban con nosotros", reconoció Iriney.